Doctor

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Esto no estaba bien, definitivamente no lo estaba, diariamente se hundía en la tristeza que le dejó la pérdida tan cruel de la persona que se robó su corazón en tan poco tiempo y no se iba a quedar así.

Saldría de esa nube de tristeza, nostalgia y desesperación para enfrentarse a la realidad, había intentado muchas cosas, pero hiciera lo que hiciera, no se olvidaba de su añorado rubio, intentó mucho, pero no intentó lo más importante, volver a ver a Felix y hablar de lo ocurrido ¿Y qué mejor que hacerlo la noche antes de la graduación?

Ya no importaba la opinión de sus amigos, si esto no resultaba no tendría por qué contarles, así que decidido salió de su casa, sin nada preparado, sólo su corazón sincero pero herido y la pintura que no se atrevió a tirar, era de Felix después de todo, nunca la recibió, pero era de él, la hizo para él, la hizo pensando en él.

Conocía la dirección de Felix, pero ya era algo tarde y definitivamente no le abriría la puerta, pensó en qué hacer y se le ocurrió la forma más cliché de la historia.

Tomó una piedra y la lanzó a su ventana, se aseguró de que esta fuera pequeña y sin bordes puntiagudos pero aún así, la piedra rompió la ventana.

No sabía si el pecoso ya dormía, pero definitivamente lo alarmó con eso, rápidamente el rostro del tan añorado Felix estuvo a la vista del pelinegro herido, este miró con confusión hacia todas direcciones desde su ventana hasta que dió con él.

Felix lo vió, vió al pelinegro que menos estperaba ver, estaba ahí parado frente a su ventana, con una expresión asustada e indefensa, así que no pudo evitar no sentir algo de pena por él.

Le hizo la seña de que bajaría para que este lo esperara.

Hyunjin se apresuró a la puerta arreglándose un poco, no mucho tiempo después escuchó pasos acercarse y finalmente tuvo de nuevo a su rubio frente a él, con ojos cansados, una bata de dormir y los brazos cruzados mientras lo miraba con enojo.

- Lo siento mucho

Dijo apenado por el problema que había ocasionado con esa pequeña roca.

- Rompiste mi ventana

Expresó lo obvio sin ningún tono, solamente salió, el corazón de Hyunjin se aceleró al escuchar nuevamente su voz tan cerca de él.

- Esa no era la intención

Seguía sin poder mirarlo directamente a los ojos y jugaba con la bolsa de papel que llevaba en las manos en donde venía la pintura.

- Pero lo hiciste

Tal vez eso de la ventana fue solamente una simbología de lo que ocurrió realmente con ellos.
Él no quería que la relación que comenzaron fuera provocada por una apuesta, no quería herirlo, pero lo hizo.

- ¿Y? ¿No dirás nada? Vienes a mi casa, rompes mi ventana y no dices nada, que bien, no puedo esperar nada de ti de todos modos. Buenas noches.

Estaba a punto de cerrar la puerta cuando el pelinegro detuvo esta con su mano.

-Espera, no... No me dejes, tengo algo que decir

- Pues habla ya, hace frío y tengo cosas que hacer para mañana

- Disculpa la molestia, ya sé que de seguro estás ocupado... Te lo digo rapidito, no te voy a pedir nada, sólo que me ayudes a encontrar la solución

Felix lo miró alzando una ceja, estaba muy confundido con lo que el alto quería decirle.
Nuevamente el pelinegro habló.

- Pues llevo demasiadas noches durmiendo de la patada tratando de olvidarte y me lleva la fregada

Hyunlix × Canciones de Bronco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora