Los vicios

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Los chicos de Stray kids se encontraban en la grabación de un programa que invitaba a diferentes celebridades coreanas para hablar sobre temas cotidianos sin tantas formalidades como era costumbre.

Todos los miembros estaban sonrientes y cómodos con las preguntas y comentarios que intercambiaban en el transcurso de la grabación.

También hubo debates y competencias amistosas entre ellos.

Para finalizar el programa había una ronda de preguntas algo incómodas, el conductor les señaló que si se negaban a responder alguna cortarían la parte en el vídeo publicado pero se llevarían un castigo al final.

Pasaron por varias preguntas que no eran tan incómodas como se imaginaban, sólo mencionaban parte de su rutina que no suelen mostrar demasiado.

Una de las preguntas dirigidas para todos fué: ¿Cuál es tu mayor vicio?

- Bien chicos, no tienen que ser necesariamente vicios malos o dañinos... bueno, es algo normal en la vida de una persona, unos somos muy borrachos... a otros nos gusta jugar, unos somos mujeriegos, también hay que tomar en cuenta que hay vicios que son baratos y hay otros que son muy caros y hay otros que son muy raros.

Todos los chicos se encontraban pensando bien su respuesta, una sincera y que no les trajera problemas consigo.

- Empecemos con Hyunjin, ¿Cuál es el mayor vicio que tienes?

El pelinegro frunció el ceño y miró hacia un punto aleatorio... ¿Cuál era su vicio? Ni él lo sabía.

- ¿El mayor vicio que tengo?

- Dinos, ¿Cuál es? Con confianza.

- Me gusta... Bailar

Todos aprobarona respuesta, algo que lo caracterizaba perfectamente era su pasión por bailar, el hecho de que se quedaba entrenando y perfeccionando sus movimientos hasta tarde para dar lo mejor de si mismo en cada presentación sin excepciones lo confirmaba.

- Es un vicio muy bueno, Pero casi a todo el mundo nos gusta mucho bailar. ¿Por qué lo consideras un vicio?

- Al bailar siento una gran libertad y satisfacción, es algo...increíble y es mejor aún porque puedo vivir de ello y compartirlo con los demás. Amo esa sensación y por eso no puedo dejar de hacerlo.

Se refería a sus fans, pero también se refería a alguien más.
A su novio, por ejemplo, lo conoció bailando y bailando lo enamoró.

El programa terminó de grabarse y se retiraron del lugar, todos se fueron a descansar a sus respectivos departamentos excepto uno, aquel con el vicio al baile.

Yongbok se dió una ducha y salió de su habitación para dirigirse a la salida.

- ¿A dónde crees que vas? Acabamos de llegar.

Preguntó su malhumorado Hyung, quién estaba cocinando la cena para los demás habitantes de la casa.

- Iré a ver un rato a Hyunjin.

Dijo mientras se ponía los zapatos en la entrada y abría la puerta.

- ¿Sabes dónde está?

- Sabes cuál es su vicio ¿No?

El mayor asintió.

- Entonces está en la sala de práctica. No tardo.

Dicho esto salió del lugar y se dirigió a buscar a su novio.

Entró al salón y su predicción fue acertada, el pelinegro estaba bailando entre todos esos espejos y se veía espectacular, tan espectacular que le quería saltar encima y no soltarlo nunca.
Tal vez el vicio de él era el chico que se movía con precisión junto con la música, su respuesta a la pregunta en la entrevista fué: Los juegos y el dulce. Pero esa no era la verdad, él era adicto al tipo que tenía en frente.

- ¿Que haces aquí?

Preguntó el más alto mientras se acomodaba el cabello empapado en sudor y se dirigía a detener la música.

- Ven

Le abrió los brazos y el rubio no dudó en correr a abrazarlo.

- Me encanta tu vicio

Dijo mientras lo apretaba cada vez más fuerte y olfateaba su cuello.

- ¿Ah si? ¿Por qué?

- Te deja un aroma increíble.

Después de decir eso todo se volvió un caos, en la sala ya no había ni música ni baile, sólo una pareja sentada en el sillón comiéndose a besos, uno sobre el regazo del otro. La situación pudo pasar a mayores pero tenían que detenerse, después de todo estaban en un lugar público.

- ¿Sabes el otro motivo por el cuál amo bailar?

Dijo el pelinegro mientras acomodaba mejor al rubio sobre él para estar más cómodos.

- No lo sé.

Contestó coqueto mientras seguía perdido en los ojos del contrario.

- A tí te conocí bailando... Al ser de los mejores bailarines del equipo pudimos pasar más tiempo juntos.

- Y bailando me enamoraste, ¿Recuerdas que mientras bailabamos te dije que te quería? cada vez que te miro en el escenario me quedo más fascinado que la anterior... tienes mucho impacto en el escenario, siempre eres fascinante.

- Gracias Felix... Mi ángel

Dicho esto volvieron a abrazarse y disfrutar del momento juntos, ya que no podían estar de ese modo por mucho tiempo y sus interacciones frente a cámaras eran cada vez más limitadas. El pelinegro volvió a hablar.

- Espero que no me dejes bailando solo algún día.

- No lo haré... Vamos a gozar la vida, porque si no ahora entonces cuando, olvidemos la tristeza y pasemosla bailando.

- El baile y el escenario siempre nos unirán... Eso es seguro.

Fin

Hyunlix × Canciones de Bronco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora