Songs about love-Juantin

P.1 Rewrite The Stars - Zendaya /part.Zac Efron

 

Introducción

 Martin y Juanjo forman parte del alumnado de la academia de música y danza más prestigiosa de Europa, esta se encuentra en París.

Martin lleva desde los 10 años asistiendo a la academia, al apartado de danza por su perfecta técnica en el Ballet. Antes de entrar en la academia acudía a una escuela pequeña de Ballet con su hermana en Getxo, su tierra. En una de sus actuaciones, un ojeador de la academia se quedó fascinado con los movimientos del pequeño vasco y le ofreció a la familia una plaza para Martin en la academia. Los primeros años, la familia se movilizó hacia París, ya que hasta los 15 años no podía ingresar en la residencia de la academia. Cuando tuvo que empezar a vivir solo se le hizo muy complicado tener a su familia lejos, la cual volvió a Bilbao, y aunque la academia les pagase los viajes para ir a verlos los días festivos, durante el primer año Martin se gastó sus ahorros en ir casi cada fin de semana a su casa. No fue hasta que le pusieron una compañera de habitación que se le hizo más llevadero el vivir sin sus padres.

Ruslana se convirtió en su mejor amiga en cuestión de días. Los dos tenían la misma edad y practicaban danza, aunque la pelirroja en danza Contemporánea y lo compaginaba con Hip Hop. Junto con Denna, la cual acompañaba a Ruslana en danza Contemporánea formaron una fuerte amistad que aún perdura hasta el dio de hoy.

Juanjo entró a sus 12 años tras haber ganado un concurso de canto en Zaragoza. El premio era de un año de formación en la academia, pero el talento del maño era tan fascinante que le ofrecieron plaza permanente en la institución. Al contrario que Martin, él se fue solo con su primo que vivía en Francia. Adoraba a su familia, pero él siempre se vio como una persona muy independiente y no le preocupaba vivir lejos de ellos. A los 15 empezó a vivir en la residencia junto a Álvaro, su mejor amigo desde que entró. Más tarde conocieron a Chiara en las clases de canto y los tres se hicieron inseparables.

En la academia existía una rivalidad muy grande entre los alumnos de danza y los de canto. Todo empezó hace muchos años por una discusión entre profes de las diferentes disciplinas que luego llegó hasta los alumnos. Los de canto no podían ver a los de danza, sobre todo a los de ballet, ya que, la pelea fue entre una profesora de canto y el profesor de ballet y los de danza no podían ni escuchar a los de canto. No se mezclaban entre ellos aparte de los alumnos que practicaban las dos disciplinas juntas, como Alex, el novio de Denna. A Martin siempre le había gustado cantar y al conocer a Alex pensó que a lo mejor podría hacer las dos cosas, pero no fue así. Al ser el mejor de su disciplina, su profesor, Pablo, le tenía prohibido juntase o ni siquiera hablar más de lo necesario con alguno de los de canto.

A Juanjo nunca le importó la rivalidad entre disciplinas y hasta admiraba a los de danza por lo complicado que debía ser practicar tanto sus coreografías y sus amigos opinaban exactamente igual. Hasta Chiara tenía una amiga en danza contemporánea. Pero al ser uno de los más admirados en la academia, todos le tenían el ojo puesto en él. No le gustaba meterse en problemas, así que le hacía caso a su, según él, amargada profesora, Buika y no hablaba de más con los de danza.

El único momento donde se juntaban todas las disciplinas era en el espectáculo de Navidad. Estaban obligados a asistir todos los alumnos y los de danza y canto estaban separados por los de sonido, orquesta... Tanto al grupo de Martin como el grupo de Juanjo odiaban ese espectáculo porque más que un lugar donde enseñar lo mejor de ti a otros alumnos, era un lugar donde recibir risas y abucheos de los "enemigos".

Flashback Juanjo ( 18 años)

Otro año más el ridículo espectáculo de Navidad. La verdad no estoy preparado para recibir abucheos y risas por parte del Gilipollas de Dídac y su grupo, aunque nos los merecemos, ya que por nuestra parte tenemos a Hugo que hasta les grita insultos a los de ballet cuando hacen mal un paso. Lo peor de este año es que me toca cantar un solo y ya suficiente tengo con los nervios. Por suerte o por desgracia primero actuaban los de danza y ya luego me tocaba a mí el primero.

Estoy sentado al lado de Álvaro y Hugo, a quien estoy a punto de mandar a callar de no muy buena forma.

- ¿Habéis oído que este año nos han copiado los estirados de ballet y también han puesto un solo, como si no bastara que el año pasado nos copiasen los de danza contemporánea? Dicen que el chiquillo es el mejor de su disciplina, Martin, creo. Es ese que el año pasado estuvo lesionado de la rodilla y no pudo actuar, pero no paraban de mandarle ánimos en cada puta actuación. También es de los más pequeños, así que ya verás lo mucho que me voy a reír de él cuando la cague.

- ¿Hugo, te puedes callar de una puta vez?

- Oye, Juanjo, tranquilo hombre, que los que te han copiado él solo ha sido ellos, no yo. Mira para sacar toda esa rabia, ríete conmigo cuando salga el pobre solista de ballet, seguro eso te anima.

- Eres horrible Hugo, ni sabes si el chaval lo va a hacer mal y ya tienes planeado reírte de él. Y aunque lo haga mal, el esfuerzo que debe haber puesto seguro es mil veces más que el tuyo ¿O te recuerdo las tías con las que has estado mientras los demás ensayábamos e íbamos a clase?-. Tras decir eso, escucho como mis amigos se están riendo a mi espalda.- Ahora, repito ¿Te puedes callar la puta boca y dejarnos escuchar a Bea y a Paul con el piano? Gracias.-

Hugo no vuelve a decir nada en todo lo que queda de actuación, pero por desgracia vuelve a abrir la boca cuando el primer baile empieza. No soy partidario de la violencia física, pero una buena ostia le metía ahora mismo. Llegó el momento del solo de Ruslana, la amiga de Chiara y lo ha bordado, pero no se me ha pasado por alto los asquerosos comentarios de Hugo. He intentado hacer oídos sordos, pero él "Con lo pequeña que es y lo buena que esta tenía que hacer danza tío, qué pena, ya me la habría tirado" Casi lo enfrento, pero Chiara fue más rápida y se levantó para empezar a insultarlo en inglés haciendo que el chico se quedase mudo.

Yo aún me río al recordar la escena que la inglesa ha montado hace un rato, pero me callo de golpe. Acaban de anunciar el solo de ballet y la verdad es que me da mucha curiosidad, así que aprovecho que Hugo sigue aturdido para disfrutar del número.

Sale al escenario un chico de unos 16 años con el pelo algo revuelto y unas facciones muy marcadas. Desprende elegancia y ternura a la vez, el chico, el cual creo que se llama Martin, empieza a bailar al ritmo de la dulce música que suena por los altavoces. Por primera vez en la noche nadie del público se atreve a decir nada, ni una risa, ni un abucheo, nada. Lo hace perfecto, no hay ningún fallo y el atractivo que desprende al bailar cautiva a todo el mundo. Nadie en su sano juicio se atrevería a despegar su vista de él. En un momento que pasa desapercibido para todo el mundo, menos para mí, veo frunce un poco las cejas al tocar con el pie derecho en el suelo, pero al segundo vuelve a poner toda su concentración en la interpretación de la melodía.

Sabía por mi prima mayor, la cual era profesora de ballet en Magallón, que los bailarines se destrozaban los pies bailando y puede llegar a ser muy doloroso. Así que ver esa pequeña expresión en la cara del bailarín me podría imaginar el dolor que estaba sintiendo y más después de salir de una lesión.

El pequeño acaba su baile mirando al público con tanta intensidad que es merecedora de una foto. Toda la grada de los de danza se levantan de su asiento y empiezan a aplaudir seguidos de los de las demás disciplinas. Los de canto no se atreven a decir nada, se quedan estáticos, hasta Hugo. En cambio, yo no puedo quedarme callado. Me levanto y empiezo a aplaudir seguido de Álvaro y Chiara. Al menor se ve que le sorprende vernos a tres de la disciplina que supuestamente les odia aplaudirle como si no hubiese un mañana. Por un momento conectamos miradas y me regaló una pequeña sonrisa de agradecimiento. No nos volvimos a sentar hasta que lo vimos salir por detrás del telón. Ese chico es una estrella.