Algo

0 0 0
                                    

El primer día que hablamos quise arrancarme el corazón y entregártelo, para que así pudieras ver cómo saltaba de emoción ante tu presencia. Quise entregarte mis ojos para que vieras de cerca como brillaban ante tu mera sonrisa. Mi estómago, para que pudieras liberar a las mariposas que quedaron atrapadas por tu belleza. Quería darte cada parte de mi cuerpo y que fuera tuyo para lo que quisieras, para que me tuvieras y con mi último aliento te besaría, de la forma en la que sueño con hacerlo, lenta y trágicamente pues sería mi último momento. Me marcho dejando un sabor dulce en tus labios y un cuerpo sin vida en tus brazos.

PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora