𝐃𝐑𝐈𝐕𝐈𝐍𝐆 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟑

CAPÍTULO 13
"UNA VEZ MÁS, FAMILIA"

🏁🏎️🏁

ISLAS CANARIAS, ESPAÑA.

El rugido de los dos automóviles que se movían rápidamente por la angosta carretera inundaba el exterior. Uno era color plateado mientras el otro era negro, pero ambos se movían a toda velocidad gracias a sus pilotos.

Dominic Toretto y Brian O'conner.

Las manos de los dos hombres se turnaban entre el volante y la caja de cambios. En un inicio, iban a la par pero entonces Brian tomó una leve ventaja que una curva más adelante desapareció con Dominic rebasándolo.

Los tramos de la carretera en un abismo junto al mar era el escenario de aquel momento. Cada corredor daba todo de sí, y la brisa se veía cortada debido a la implacable contienda.

Luego de unos minutos, ambos giraron hacia una entrada a la derecha del camino para entonces estacionar frente a una gran casa de dos niveles. Mujeres con uniforme blanco y otras con hábito se encontraban allí.

—¡Señor O'connor! ¡Señor O'connor! Venga por aquí, rápido —pidió una mujer hablando español, intentado comunicarse con el hombre.

El trayecto previo no era precisamente una carrera entre Brian y Dominic, sino era el viaje que debían hacer para llegar a tiempo con Mia y Elena.

—Ya me ocupo yo. Ya me ocupo yo —aseguró Elena, dirigiéndose hacia la mujer de prendas largas para después acercarse a Brian y hacerle entender qué sucedía en su idioma—. No pasa nada. Llegaste justo a tiempo.

—Vas a ser un gran padre, Brian —mencionó su gran amigo, quien era como un hermano, al bajar de su auto y unirse a ellos.

—¿Por qué estás tan seguro?

—Porque te voy a partir la cara si no lo eres —sonrió Dominic, al igual que el futuro padre—. Vete ya.

—Anda —sonrió Elena, quedándose con su pareja.

—¡Brian! —el rubio giró para escuchar— Recuerda, que en cuanto atravieses esas puertas... todo cambia. Nuestra vieja vida se acaba.

El ojiazul asintió, sonriendo levemente, para irse y recibir a su primer hijo.

🏁🏎️🏁

MOSCÚ.

Un helicóptero vigilaba el cielo mientras cientos de muchas patrullas custodiaban uno de los puentes del territorio ruso. Lo que nunca podía falta estaba presente. Caos.

Entonces, el hombre a cargo bajó de su auto para conocer a su nueva compañera.

—¿Agente especial Hobbs?

La mujer le entregó un informe al verlo por primera vez.

—Riley Hicks —respondió él, sabiendo quién era—. Leí su expediente. La mejor en su clase en FLETC —mencionó su investigación de la mujer mientras caminaban sobre las cenizas del suceso—. Cairo, Túnez. La oficial más joven en Afganistán. Si es la mitad de buena que tu currículum... nos vamos a llevar bien.

La uniformada asintió para escuchar lo siguiente en venir.

—Sólo una cosa —mencionó Hobbs.

Hicks lo observó esperando por aquella condición.