𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑

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CAPÍTULO 3
"DESAPARECIDA"

🏁🏎️🏁

Las hermanas llegaron al lugar desde donde dirigían la ruta de los conductores, ellos por su parte, prepararon sus autos para cumplir con el trabajo de Braga.

—Aly... hay algo que tengo que decirte de Toretto —la mirada de curiosa de su hermana observó a Gisele, y su mano viajó a la de la menor.

—¿Sucedió algo? ¿Te hizo algo? —se apresuró a indagar.

—No, no. Pero... es algo imposible, cuando tengamos tiempo, ¿podemos hablar?

—Claro. Tan pronto como terminemos este trabajo, hablaremos, ¿sí?

Ambas sonrieron levemente tras estrechar sus ambos cálidamente para luego regresar a las grandes pantallas frente a ellas.

—Enlace satelital listo —anunció Gisele por el micrófono que llevaría el mensaje a los corredores—. Sigan hacia el norte a la velocidad que llevan.

Mientras casa hombre seguía la ruta, un auto apareció para adelantarlos en medio del desierto oscuro.

—No se alejen de Fénix —así era. El hombre a la cabeza de la fila era el culpable de la muerte de Letty—. Él los guiará.

Cada vez estaban más cerca a la frontera física entre Estados Unidos y México, todo el grupo cruzaría aquella barrera entre los países vecinos.

Pero, siempre estaba la posibilidad de que algo saliera de otra manera.

—Calor detectado a lo largo del Barranco de Legardo —un oficial encargado de monitorear la frontera dio aviso a su superiores. La pantalla era clara.

—El sensor térmico del lado mexicano no operará durante 45 segundos —informó el jefe—. Da acceso a la cámara.

—Control manual. Desviando la cámara a las coordenadas especificadas —mencionó el oficial haciendo lo que decía.

—Aceleren. La cámara los detectó —advirtió Gisele del otro lado del dispositivo.

Todos desvían seguir las instrucciones... pero debían no siempre era garantía de que lo harían.

—Toretto, vuelve a la formación.

La orden de la mujer fue clara, pero el corredor aceleró al igual que Fénix, quien estaba molesto por la situación.

—Reactivando imagen térmica.

Entonces, el grupo se adentró en un sistema de subterráneos para continuar su camino.

—No veo nada. Ya no están.

—Envíen helicópteros a la zona —ordenaron.

—Van para allá —le informó Alycia a Gisele que estaba monitoreando la situación desde el lado de las autoridades.

—Base, estamos a 40 segundos del Barranco de Legardo —informó el helicóptero en camino.

—Enviarán un helicóptero —habló Gisele—. Tiene 30 segundos.

Nadie era la excepción, iban a toda marcha por el estrecho camino con maderas sosteniendo el lugar, que lucían poco nuevas a decir verdad, y podían colapsar con tan solo un toque.

—Norte 3233, Oeste 11649.

—Se está acabando el tiempo. Deben salir de ahí antes de que envíen apoyo terrestre.

Todos maniobraban sus autos para intentar no chocar.

—Quince segundos. Se acaba el tiempo.

—Base, objetivo a tres kilómetros.

𝐃𝐑𝐈𝐕𝐈𝐍𝐆 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐎𝐑𝐋𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora