TRANSFORMERS: MUNDOS PERDIDOS.

UNA SOCIEDAD "PERFECTA"

Los Cybertronianos, a su manera, habían transformado por completo el mundo. Sus ciudades y tecnología se habían esparcido hasta cada rincón del planeta, borrando toda evidencia de que aquel mundo de acero y máquinas una vez fue un paraíso verde lleno de vida.

A las nuevas generaciones cybertronianas jamás se les enseñó de la existencia de sus antecesores, ni del antiguo mundo. Por ende, dichas generaciones crecieron con la idea de que Cybertron siempre fue lo que ahora es, y que sus habitantes siempre fueron lo que ahora son.

Para reforzar esta nueva forma de pensar, los Cybertronianos crearon su propia mitología. En ella, afirman que una poderosa deidad, a a la que llamaron "Primus", fue el creador de todo su mundo, y de ellos mismos. Esta mitología fue inculcada a las nuevas generaciones, y vivieron durante siglos con ella. La deidad de Primus se convirtió en un símbolo de adoración en su mundo, y pronto su mitología pasó a ser una religión.

En cuanto a su sistema de gobierno, los ciudadanos Cybertronianos habían instaurado una democracia, en la cual elegían a su próximo soberano mediante el voto. Dicho procedimiento electoral se hacía cada siglo. El "Prime", el título que designaba al gran soberano Cybertroniano, podía reelegirse o no de forma voluntaria una vez completado su mandato de un siglo.

Existían varios bandos políticos dentro del régimen cybertroniano, pero eran dos los más prominentes: el Partido Autobot, y él Partido DCPT. El Partido Autobot debe su nombre a la defensa de la autonomía, en particular la de los individuos cybertronianos. El partido aboga por la libertad individual, los derechos de propiedad, la desregulación económica y la disminución de la intervención del gobierno o en la vida de los ciudadanos.

El Partido DCPT (Defensa de Cybertron: Patria y Tradición) buscaba algo muy diferente. Para sus miembros, el gobierno debía intervenir en la mayoría o todo aspecto de la sociedad cybertroniana. Bajo el dominio del DCPT, los cybertronianos disponían de libertad muy limitada, impuestos elevados y obligaciones estrictas. Por ello, en los últimos siglos el DCPT se ha ganado una reputación no muy favorable y puesto a que los ciudadanos se sentían cada vez más decepcionados de las acciones del DCPT, el partido y sus miembros se ganaron el apodo de "Decepticons".

Pero cada bando tenía su lado brillante y oscuro. Bajo el dominio Autobot, los ciudadanos gozaban de libertad abundante, pero esto a menudo traía consecuencias. En ocasiones, algunos cybertronianos decidían abusar de su libertad para violentar las leyes. A esto se suma el hecho de que el Partido Autobot buscaba reducir las sentencias para los criminales, lo que generó un gran descontento en muchos ciudadanos que alguna vez fueron víctimas de un crimen.

Esto no sucedía bajo el dominio DCPT. Los miembros de este partido tenían fama de ser radicales, drásticos y contundentes a la hora de tomar partido en diversos asuntos, como lo era la justicia y las leyes. En consecuencia, bajo su dominio los criminales recibían la más fuerte sentencia ante el más leve crimen cometido, algo que resultaba en altos índices de seguridad dentro de las ciudades cybertronianas.

Pero independientemente del partido gobernante, la sociedad cybertroniana estaba repleta de defectos. Bajo la apariencia de una civilización tecnológicamente avanzada y utópica se ocultaba un mundo donde predominaba el prejuicio, la desigualdad y la idea de la superioridad de los más fuertes sobre los débiles. De hecho, fue esta misma forma de pensar la que originó su mundo.

Tratándose de seres hechos de tecnología, los cybertronianos podían modificar y optimizar sus cuerpos cuando les viniera la gana. Pero dichas modificaciones sólo podían costearlas aquellos que tuvieran los suficientes recursos, lo que agravó aún más el problema de la desigualdad entre sus ciudadanos.

Y por si esto fuera poco, había otro problema que amenazaba de forma latente la estabilidad del mundo cybertroniano: la explotación de recursos. Los Cybertronianos hasta ahora jamás se habían preocupado por desarrollar medios de obtener energía renovable, como una vez hicieron sus "extintos" antecesores. Si bien el energon era muy eficiente en la producción de energía, seguía siendo un recurso limitado. La constante explotación de este recurso provocó su escasez en toda la superficie de Cybertron, aunque este hecho importó muy poco para los cybertronianos, pues aún abundaba en la profundidad de su mundo.

Y así vivieron durante generaciones los cybertronianos, jactándose de haber forjado una avanzada sociedad perfecta, que en realidad estaba lejos de serlo. Pronto, su arrogancia los llevaría a un irremediable destino, mientras que cosas más esperanzadoras sucedían en otro rincón del universo.