Los hermanos Stark Targaryen habían quedado en que esa noche visitarían las calles de seda.
Apenas lady Valirya doblo en la esquina para encontrarse con sus hermanos, se sobresaltó al ver a Aemond observándola.
-Tuvimos una mala presentación- empezó este. -Linda ropa- dijo mientras su mirada recorría cada rincón de su cuerpo.
-Gracias, debo irme- menciono retirándose, pero él sujeto de su brazo haciéndola retroceder.
-Puedo ver como lo miras, enamorada del bastardo mi lady- decía mientras con una mano acariciaba su mejilla.
-No sé de qué hablas- sentencio la plateada.
-Es apenas un niño, jamás te hará sentir lo que yo puedo hacer-
-No debes hablarle así a una dama e intentar deshonrarla-
-¿deshonra? Se te nota que dejaste de ser pura, quizás hasta en el mismo momento que floreciste mi lady- rio este. -doblando a la izquierda, la segunda puerta es mía- señalo -cuando te des cuenta de que el bastardo no pueda satisfacerla, solo búscame- y sin más se retiró.
Nadie había notado que un castaño estaba escuchando escondido. Valyria siguió su camino sin prestarle mucha atención, cuando encontró a sus hermanos, vio que no venían solos, pues habían invitado a los hermanos Velaryon y a las mellizas Targaryen, Baela y Rhaena.
Entre risas y chistes, todos se dirigieron a su destino, Val intentaba acercarse al príncipe Lucerys, este parecía evitarle la mirada, se alejaba y ponía siempre a alguien entre ellos. Su mirada estaba perdida como si de en su mente había una batalla de pensamientos.
Entraron al burdel de la zona, mujeres atendiendo a los hombres con pequeñas telas cubriendo sus cuerpo. La mayoria tenian cuerpos placenteros a la vista de uno, curvas muy maradas, habia para elegir que tipo de mujeres querian que los acompañe esa noche, rubias, morochas, cabellos blancos, altas, bajas, mujeres delgadas y otras un poco mas robustas.
Dos mujeres se acercaron a ellos, ofreciendo una mesa para todos y bebidas, encantadas con nuevos y interesantes clientes todas querian atenderlos.
La noche apenas empezaba, un juego entre todos bebiendo cervezas, risas y mas cervezas.
Valyria se había sentado cerca de su perdición, después de un par de copas, las palabras de Aemond resonaban en su mente, observo aquel hombre que se sentaba al lado, sus ojos oscuros, mientras bajaba podía observar cómo lambia sus labios carnosos, haciendo estremecer a la joven, algunos rizos caían sobre su rostro, haciéndolo ver más atractivo según esta.
Bajo su cabeza sabiendo que aquel castaño no podría sentir lo mismo por ella.
-Quizás él tiene razón. - aquella voz, la saco de su trance, Lucerys había hablado por fin con ella.
-No entiendo. - observo Valyria.
-Aemond. - le miro él, ahí ella entendió que él había escuchado aquella pequeña charla. - recuerdo a Daemon llevarnos varias veces a lugares así.- comenzo a contarle, mientras con la mirada recorria el lugar. - me acuerdo haber estado con solo dos de ellas, jamás volví a ir. Me negaba a engendrarle bastardos a alguna de ellas, sabiendo todo lo que podía llegar a sufrir, sería muy egoísta con ellas y aquellos posibles niños y si eran niñas seria condenarlas a crecer en un ambiente así. Después de unas lunas, empecé a entender que tipo de mujer quería a mi lado. - Valyria escuchaba atenta. - pero vos no sos como esas damas. Sos una princesa Valyria, pero si me das la oportunidad podía demostrarte que puedo complacerle como se lo merece, hacerla mi esposa y madre de mis hijos. Deseo que, si llega mi turno de ser señor de las mareas, sea usted quien este mi lado. Una mujer fuerte que no vive con miedo, aventurera, pero sobre todo llena de bondad y capaz de hacer por mí un mejor hombre. Dejadme hacerte mía Val, elegirme a mí por esta noche.
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Darkness (Lucerys Velaryon)
أدب الهواةTiempos oscuros se aproximaba, ni siquiera los más pequeños se salvarían de elegir su bando, y pelear hasta la muerte por sus ideales. - - - -Todos los personajes pertenecen a la serie House of the dragon. A excepcion de algunos que son creacion mia.