La noche era fría, justo como le gustaba a Foolish.
Pronto vendrían los días de verano, junto con unos calores horrorosos que solo empeoraban en la gran ciudad, por eso quería disfrutar de la brisa nocturna lo más que podía.
Y mucho más ahora, que estaba jugando con su suerte al estacionarse en la dirección que Bad le había dado para su trabajo.
Por sus primeras impresiones, Foolish no se inmutó al ver una casa grande y dominante como residencia. Alejada de las apretadas calles de Nueva York y repleto de campos florales al estar frente la carretera principal para llegar de la ciudad que nunca duerme a Brooklyn.
Saliendo del auto, Foolish caminó por el patio, admirando al jardinero que haya decorado el lugar. Había flores azules, no sabía cómo se llamaban, pero estaban en todos lados, haciendo un constraste con el color blanco y rojo de la casa.
Llegando a la puerta, Foolish notó un timbre y en automático lo tocó, para luego juntar sus manos y esperar respuesta de Bad.
Casi le da un infarto al ver que cinco segundos después, Bad estaba frente a él, pero en su forma verdadera.
Un ente oscuro, con cuencas vacías que parecían brillar, unos cuernos prominentes que confusamente estaban debajo de un halo que se sentía celestial, y una cola larga y delgada que se meneaba de un lado a otro como un compás.
— Buenas noches, Foolish. Veo que llegaste a la hora exacta. – Bad sonrió, mostrando por un segundo sus colmillos. — Eres un buen muffin.
— Ah, si. Buenas noches... – La lengua de Foolish se trabó por un segundo.
— ¿Tienes alguna pregunta que hacer antes de irnos?
— No relacionado con el trabajo pero...
— Habla con confianza. – Bad dió un paso más hacia delante. — Es más, me sorpende que todavía sigas en tu disfraz.
— Si uso mi forma natural, no cabría en el auto. – Foolish contestó, bajando la mirada a la cola que no paraba de menearse.
— Mis ojos están aquí. – Bad reprochó, fingiendo molestia.
— Pero tengo la duda... ¿Tu cola tiene consciencia propia o solo se mueve así porque quieres?
— ¿Esto contesta tu pregunta? – La sonrisa de Bad creció, alzando su cola que enrollaba una cartera marrón.
Foolish empezó a tantear sus pantalones, buscando su billetera.
— Oh, eres un hijo de...
La cola de Bad le lanzó la cartera de vuelta a Foolish para que la atrapara.
Esta vez, el hombre tótem se puso la cartera en el bolsillo de su camisa.
— Bueno, el mar nos llama. – Bad tomó su maleta, y una bolsa negra, para caminar pasando frente a Foolish. — Hay que ser puntuales con mis camaradas de otros lares.
— Espera, ¿Cómo que el mar?
Bad se detuvo para esperar a Foolish.
— Amigo mío, tu misión será llevarnos a la bahía.
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Just Drive! [FoolHalo] [EN PAUSA]
Fanfiction1930. Nueva York. Foolish se encontraba dentro de su humilde taxi, prendiendo un cigarrillo, cuando de la nada un extraño de traje elegante con un portafolio atascado de billetes entra en su sagrado auto. - ¡Enciende el condenado auto! - ¿¡Qué!? ¡Sa...