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⸻CHAPTER IV⸻( photos )

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CHAPTER IV
( photos )












A pesar del intento que tuvieron para dormir un poco los mellizos después de llegar a una hora no tan... prudente a casa, se dispusieron a dormir y buscar en tal corto tiempo un poco de paz que no han tenido desde hace días. Pero la voz repetitiva de Joyce desde la sala, por más silenciosa que fuera, se alcanzaba a percibir en la mañana de ese día. Y la forma en qué hablaba la mayor de los Byers, parecía ser que Will había regresado a casa, todo lo vivido fue solo un horrible sueño.

—Will... Por favor, Will... — Blaire se levantó de su cama corriendo y llegó a la habitación que le correspondía a su hermanito. Ahí mismo se topó con Jonathan que también salía de su cuarto—. Will, por favor, habla conmigo.

Una vez que abrieron la puerta, los dos hermanos fruncieron el ceño al ver todas las lámparas que había en la casa en la recamara de Will, aunque lo más extraño fue ver a su propia madre mecerse de adelante hacia atrás sentada en el borde de la cama.

—Dime lo que sea. Solo dime...

—¿Madre? — habló Jonathan, interrumpiendo sus murmullos.

La castaña mayor los miró agrandando los ojos. —¡Jonathan! ¡Blaire! — Soltó un susurro—. Vengan acá.

—¿Qué es todo esto? — preguntó Blaire, señalando el lugar mientras se acercaba con Jonathan detrás de ella.

—Vengan acá. Vengan acá.

Joyce palmeó la cama, dando a entender que debían tomar asiento junto a ella.

—¿Qué sucede? — repitió Blaire.

—Es Will. Es Will... Trata de comunicarse — respondió, observando cualquier punto de la pared.

El chico achicó los ojos intentando comprender las cosas.

—¿Trata de comunicarse?

—Sí, a través de las luces.

—Madre...

—Ya sé. Ya sé — Movió su mano cortando a Jonathan. A la joven solo le preocupaba la imagen de su madre, ella tenía sus mejillas húmedas y los ojos hinchados como si hubiera llorado toda la noche, incluso sus manos temblaban—. Solo... solo miren — Al mismo tiempo que su madre, Blaire y Jonathan posaron su atención en los focos de las lámparas. Joyce sollozó—. Will, tus hermanos están aquí. Enséñales lo que a mí, bebé. Tú puedes.

Blaire ladeó la cabeza al notar un insignificante parpadeo en uno de los focos frente a Jonathan.

—¡Ahí está! — señaló el mismo foco que Blaire vio.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 | Steve HarringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora