Uno.

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Notas de la autora:

Hola, soy yo de nuevo!. Quiero agradecer todos los comentarios, votos y visitas a esta historia que quería actualizar desde hace mucho tiempo.

Como contexto, la caracterízación de Mahidevran es un poco diferente a la de la novela porque ella nunca sintió nada por Suleimán, nunca sintió atracción por él y menos lo amó y era mutuo. Si leen este capi entre líneas, pueden darse cuenta del porqué Mahidevran nunca sintió nada por Suleimán, más allá de las enseñanzas de la madre sultana.

Si siguen mi otra historia, creo que voy a actualizarla el próximo domingo en el caso de que estén interesados en seguirla y leerla (aunque puede que me demore un poco más porque quiero traducir este fic y el otro para publicarlos los dos en inglés). En el próximo capítulo, voy a ahondar un poco más en la relación entre Ibrahim y Suleimán, pese a que el foco son Hürrem y Mahidevran.

Como aviso, este capítulo hace menciones a la desnudez femenina, por lo que si alguien se incomoda, para que no lea este capítulo. Gracias.

***

Hürrem despertó en los aposentos de Mahidevran todavía desorientada. Se sobresaltó al ver que estaba en los aposentos de Mahidevran. Mahidevran la observó tranquilamente, parecía estar esperando que ella despertara.

—Hürrem. —habló Mahidevran con amabilidad. Hürrem se sorprendió. —¿Cómo estás?

Hürrem volvió a sus sentidos completamente, mirando a Mahidevran con desconfianza, manteniendo la guardia. Se preguntó que querría Mahidevran, ya que le parecía extraña su amabilidad tan repentina.

—¿Cómo llegué hasta aquí? —preguntó Hürrem con suficiencia. Mahidevran alzó una ceja antes de reírse de la actitud de Hürrem.

—Te encontré desplomada en uno de los pasillos del Palacio, dando pena por supuesto. —Contestó Mahidevran con la misma petulancia. —Con Gulsa te encontramos, te llevamos hasta mis aposentos e incluso llamé a la doctora para asegurarme que estuvieras bien y ni siquiera eres capaz de dar las gracias.

—Bueno Mahidevran, muchas gracias por tu generosidad y empatía, me has sorprendido gratamente. —contestó Hürrem con sarcasmo. —Ahora, si no te importa, a diferencia tuya yo sí tengo muchas cosas que hacer como llevar a Selim y a Bayaceto donde sus tutores y ver las concubinas que quiero para el harem de Mehmed

Pese a su reacción verborreica ante la respuesta petulante de Mahidevran, Hürrem cortó su propia frase con un suspiro del cansancio emocional que sentía. De por si, ya le desagradaba verse así de vulnerable ante cualquiera. Verse vulnerable ante Mahidevran era una verdadera tortura.

—¿Ya descubriste el secreto de Su Majestad? —preguntó de repente Mahidevran, pillando desprevenida a Hürrem.

—Mahidevran, has enloquecido otra vez. —replicó Hürrem levantándose de la cama, irritada con los disparates que hablaba Mahidevran. —Si mi Sultán estuviera escondiéndome algo, créeme que ya lo habría averiguado.

—Hürrem, no te sigas autoengañando. Ya sé que sufres porque Su Majestad no puede vivir sin la compañía de Ibrahim Pasha. ¿O me equivoco?—Mahidevran comentó con el tono burlón que utilizaba siempre para sacar a Hürrem de sus casillas. —Si te digo que Su Majestad tiene sus secretos, es porque lo conozco desde que era un príncipe en Manisa.

—Mahidevran, no tengo tiempo para escuchar tus sandeces. —Hurrem alzó la voz, evidentemente molesta.

—Si alguna vez te da curiosidad escuchar lo que te tengo que decir. —Mahidevran prosiguió con el mismo tono burlesco mientras se comía lentamente una uva. —Ya sabes donde puedes encontrarme, cariño. —Mahidevran finalizó con dejo de coquetería en su voz mientras miraba a Hürrem fijamente.

Secretos en el Palacio (Hürrem x Mahidevran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora