Secretos en el Palacio (Hürrem x Mahidevran)

Dos

Notas:

Hola a todos, espero que esten disfrutrando de esta historia, ya que *se vienen cositas*. Quiero agradecer cada visita, kudo y comentario que dejan en mis historias.

A modo de contexto, en este capítulo, profundicé un poco más en las dinámicas de pareja entre Ibrahim y Suleimán en contraste con el proceso de descomposición del matrimonio entre Hürrem y Suleiman. Esto porque en el próximo capítulo, quiero ahondar y centrarme más en Mahidevran y Hürrem en el sentido de cómo van descubriendo cada una sus sentimientos por la otra. ¿Qué irá a pasar con Hürrem en la cena a la que fue invitada por Mahidevran?

También, si se preguntan por Mihrisah, es un personaje ficticio de otro de los fanfics que estoy escribiendo y que siempre la pongo como la gemela de Mustafá.

Espero que les guste este capítulo y nos vemos en la próxima actualización.

"Siempre he sabido que Ibrahim Pasha el único gran amor de Su Majestad...".

***

Hürrem estaba cenando con Suleiman y sus hijos como lo hacía de costumbre cada noche. Suleiman estaba con la misma actitud imperturbable de siempre mientras conversaba amenamente con Mihrimah y Mehmed. Por su parte, Hürrem centró su atención en sus hijos menores durante la cena para evitar tener que interactuar con Suleiman fuera de lo estrictamente necesario para no levantar sospechas. Por mucho que odiara a Suleiman y que su presencia le recordara siempre su engaño, sabía que planear cualquier cosa en su contra, podría ser un acto suicida que no sólo le traería consecuencias a ella, sino que también a sus hijos.

Decidió que mantendría las apariencias... por el momento. Le fingiría a su esposo que todo estaba perfecto y que no había nada de qué preocuparse... hasta que encontrara el momento más propicio para atacar. Ibrahim caería primero y con él, caería Suleiman para poner a Mehmed en el trono. Mientras Suleiman y Mehmed hablaban y reían, Hürrem no pudo evitar tener sentimientos encontrados mientras veía a su hijo interactuar con su padre. Aunque sentía un profundo desprecio por Suleiman como hombre y esposo, ver a su hijo interactuar animadamente con su padre, no pudo evitar sentirse culpable por tener ese tipo de sentimientos tan negativos en contra de su esposo y esperaba que Mehmed algún día entendiera sus motivos cuando llegara el momento de atacar a Suleiman. No esperaba que la perdonara, pero sí que la entendiera.

—Traidor, sinvergüenza, cobarde, mentiroso, desleal... —Hürrem enumeró mentalmente cada adjetivo calificativo que se le ocurrió para calificar la conducta de Suleiman mientras le lanzaba miradas asesinas sin que éste las notara. Hürrem estaba haciendo un esfuerzo enorme para mantener la calma mientras cenaba normalmente para no preocupar a sus hijos. Aunque no tuviera ni el más mínimo deseo de seguir cenando como si nada pasara y compartiendo la mesa con el cobarde que todavía era su esposo.

Pero llegó un momento en el que la repulsión que sentía era cada vez más evidente por toda la situación entre Ibrahim Pasha y su esposo mientras compartía la mesa con el último, mientras le impedía seguir comiendo con normalidad porque no sentía apetito. Algo de lo que se dio cuenta Mehmed al ver que su madre no probaba bocado.

—Madre, ¿te encuentras bien?. Has comido muy poco. —Mehmed comentó preocupado al ver la falta de apetito de su madre, lo que llamó la atención de su hermana y de Suleiman.

—Estoy bien Mehmed, es sólo que estoy muy cansada y no tengo mucha hambre. —Hürrem le contestó con sinceridad a su hijo mientras hacia otro esfuerzo más para no asesinar nuevamente con la mirada a Suleiman.

—Tal vez deberías ir a descansar Hürrem. —comentó Suleiman con cierta suspicacia. Le parecía sospechosa lo callada que estaba su esposa y la supuesta falta de apetito que argumentó ella para no querer cenar. Su actitud durante la cena le pareció extraña, era muy diferente a cómo se comportaba habitualmente. Él sabía muy bien que la cena era siempre el momento favorito del día para Hürrem e intuyó que tal vez algo la había molestado, algo que por supuesto no iba a molestarse en averiguar y mucho menos subsanar.