Tres.

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Notas de la autora:

Hola a todos, este capítulo no es el más largo, pero quería escribir a Mahi y Hürrem teniendo una cita y pasando un rato agradable juntas xD. Espero que les guste y desde ya les agradezco los comentarios, kudos y las personas que leen mis fanfics. Me hace muy feliz incluso si disfrutan mis historias en secreto xD.

Nos vemos en la próxima actualización. Se me cuidan todos!!


Hürrem había aceptado la invitación de Mahidevran a cenar y por alguna razón, extrañamente, la pelirroja no sentía la necesidad de resguardarse. Cuando Suleiman le preguntó por qué quería cenar con Mahidevran, Hürrem simplemente se limitó a contestarle que quería hacer las paces con Mahidevran para hacer un esfuerzo en llevarse bien con ella, ya que Mustafá y sus niños pasaban mucho tiempo juntos. Además, no veía nada de malo en ir. Suleiman no la cuestionó ni tampoco vio algo extraño en la invitación, es más, hasta veía con buenos ojos que Hürrem y Mahidevran intentaran en hacer un esfuerzo para mantener la paz, ya que las peleas entre las mujeres que habitaban su harem lo tenían harto.

La pelirroja iba en camino a encontrarse con la castaña para cenar con ella, pero la invadió una extraña ansiedad. Mahidevran le producía cosas que Hürrem no podía describir y eso la ponía nerviosa por dentro. Los niños se habían quedado a cargo de sus hermanos mayores y las criadas de confianza de Hürrem, por lo que ese no era el tema que más le preocupase en este momento. Sabía que no les iba a pasar nada con Mehmed y Mihrimah estando cerca de ellos.

Qué voy a hacer contigo Mahidevran —suspiró por dentro Hürrem mientras inhalaba un poco de aire antes de tocar la puerta que daba paso a los aposentos de Mahidevran.

Cuando se abrieron las puertas, Hürrem se encontró con Mahidevran prendiendo las últimas velas de la mesita donde estaba la cena. Por lo que veía, Mahidevran se había esmerado en cocinarle las cosas que le gustaban a la pelirroja, algo que la hizo sonreír. El que Mahidevran hubiera tenido el detalle de haberse preocupado de cocinarle sus platos favoritos, había puesto a Hürrem de buen humor. Por lo demás, la comida olía delicioso y tenía muchas ganas de probarla.

—Mahidevran. —Hürrem saludó a la castaña con una sonrisa. Extrañamente, tenía una sensación de seguridad que no había sentido anteriormente y que, en parte, le daba mucha paz y la tranquilidad que necesitaba en ese momento, pese a la ansiedad que sentía por encontrarse con Mahidevran. —No debiste haberte molestado, pero te agradezco que me hayas invitado a cenar contigo.

—Hürrem. Pasa y ponte cómoda. —Mahidevran invitó a pasar a la pelirroja con una sonrisa de vuelta. Estaba encantada de ver nuevamente a Hürrem. —Me alegra verte Hürrem y espero que la cena sea de tu agrado.

Pasado por lo menos tres cuartos de hora desde que empezó la velada, Mahidevran y Hürrem ya habían terminado de cenar. La cena había estado deliciosa para el gusto de Hürrem, Mahidevran claramente tenía mucha habilidad para la cocina y la castaña había sido una excelente anfitriona. Las dos mujeres estaban haciendo sobremesa y conversando sobre sus vidas después de haber terminado de comer. Se contaron todo como si fueran grandes amigas, desde sus infancias con sus familias en sus pueblos natales, sobre cómo habían llegado al harem de Suleiman y otros detalles. La conversación estaba siendo sumamente interesante para ambas mujeres, conociendo y aprendiendo detalles de las vidas de cada una con mucho interés, el que era recíproco entre ambas.

En medio de la conversación donde se iban contando cosas de sus vidas antes del harem, en un arrebato de confianza Hürrem supo que Mahidevran, antes de ser raptada a los 13 años por piratas otomanos en su natal Albania al llamar su atención por su belleza en ese entonces. Todo con la finalidad de ser llevada como una esclava de regalo para el en ese entonces príncipe Suleiman, había llegado al mundo bajo el nombre que le habían dado sus padres, que era Rosnë. Mahidevran había nacido y se había criado en el pueblo albanés de Shkodra, en el norte de Albania casi en la frontera con Montenegro. Ella era la hija menor de los tres hijos, dos varones y una niña que era ella, que fueron fruto de un matrimonio entre un músico famoso y adinerado en su pueblo y su mujer, una ama de casa. Mahidevran tenía recuerdos de su infancia y niñez en Albania, pero en general eran recuerdos muy bonitos de sus padres y sus hermanos. En más de una ocasión pensaba en su madre y sus hermanos y que habría sido de ellos luego de la muerte de su padre.

Secretos en el Palacio (Hürrem x Mahidevran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora