CAPITULO 1.
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...Se levantó tan temprano como de costumbre, se dió una larga ducha para intentar olvidar los toscos pensamientos de su tormentosa noche, luego se preparó desayuno y se sentó en el porche de su vieja cabaña.
- No hay nada mejor que aire puro para renovar el alma...- susurro para si misma con un taza de café entre sus manos.
Cómo adoraba ese lugar, se encontraba en el inicio del bosque y a unos cuantos minutos del pueblo; desde niña vivió allí con su abuela y aunque le había hecho algunas renovaciones aquella cabaña no había perdido su esencia, seguía siendo el mismo sitio en dónde tantas cosas había vivido, dónde encontró y perdió a su primer amor, dónde su abuela dió el último suspiro y en dónde ella había encontrado un nuevo camino para seguir, ahí estaba todo de ella, su pasado, su presente y su próximo futuro.
....Daban las 10 de la mañana cuando llegó a su tienda, abrió y saco hasta el porche los ramos más frescos para ingresar nuevamente a su taller y continuar con los arreglos pendientes, amaba su trabajo y le dolía dedicar mucho tiempo, razón por la que los pocos habitantes del pueblo frecuentar mucho su tienda; se encontraba armando un ramo de girasoles cuando el sonido de la campanilla la alertó, de inmediato se giro paga ver de quien se trataba y no pudo evitar sonreír cuando vio a Sango ingresar con sus dos pequeñas hijas.
- Que gusto verlas- suelta la joven mientras acaricia las mejillas de ambas niñas.
- Como te va cariño- pregunta sango al notar las prominentes ojeras de su amiga.
- Pues bien... Igual que siempre- responde tan rápido como pudo.
- Imagino que ya sabes que el hijo pródigo de este lugar volvió- anuncia con sorna la pelinegra para sentarse en una banca cerca del mostrador.
- Desafortunadamente me lo encontré ayer en el restaurante de Kaede- comenta la castaña mientras deja que las niñas le ayuden con su trabajo.
- Y lo saludaste- pregunta con incredulidad la mujer.
- A duras penas le deseé una buena estancia... Ya sabes que la última vez no quedamos en buenos terminos- confiesa la castaña mientras deja salir un sonoro suspiro.
- Escuché a un amigo de Kohaku decir que el novio de ayer fue su hermano, quien se casó con una joven de otro país- susurra la pelinegra como su se tratara de un secreto.
- Sango... Podríamos dejar de hablar de este tema, gracias - le pide mientras se da la vuelta y va por un jarrón para las flores.
- ¡Deja de fingir que no quieres saber cómo le ha ido!- la reprende la mayor. - A leguas se nota que no dormiste nada, y tu no sueles ser así... De seguro te desvelaste pensado en todo lo que pasó- recalca mientras le lanza una mirada desaprobatoria.
- ¡No fue por eso!- se excusa la menor.
- Entonces porque fue- inquiere con picardía.
Pero una vez más la parlanchina pelinegra dejo sin palabras a la castaña.
- Simplemente no podía dormir- suelta Rin luego de casi dos minutos.
- Enserio piensas que luego de tantos años de conocerte voy a creer eso...- suelta con frustración. - Se que este es un tema que aún no puedes tratar sin reprimirte, pero ten en cuenta cariño que yo siempre estare aquí para cuando desees hablar- confiesa con una sonrisa.
- Es que no hay nada que hablar Sango, el ya tiene una vida y yo también... Ya no sirve preguntarnos que hubiera sido- aclara tratando de mantener la cordura.
- Lo que tú digas Rincita... Pero me enteré de varias cositas por si más tarde quieres saber puedo contarte con mucho gusto- anuncia con una sonrisa mientras se acerca a sus hijas y les ayuda a colocar las flores en un jarrón.
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...- Quizás podrías decirme una o dos...- susurra con desinterés varios minutos después.
- ¡Lo sabía!- grita con emoción la mayor. - Rin quieres saber, Rin quiere saber...- tararea con picardía mientras da pequeñas vueltas.
- Las gemelas se comportan mejor que tu- refunfuña la castaña.
- Pero no saben lo que yo- corrige con un sonrisa mientras se acerca a su amiga. - Sigue soltero- susurra tan bajo como puede.
-¿Que?- inquiere la joven a no lograr comprender lo que anuncia su amiga.
- Que el encantador y testarudo albino sigue soltero!- anuncia en medio de una risilla. - Además, no duraría ni por un segundo que aún le mueves el piso - recalca tomando a su amiga de los hombros.
- Dejas de decir tonterías, me da igual que este soltero, casado o tenga mil hijos... Eso es problema suyo- suelta fingiendo indiferencia.
- Fijamos que te creo... En fin, también me enteré que lograron sacar la empresa de su padre de la quiebra, al parecer le va mejor de lo que una vez soño - habla con picardía.
Pero justo en ese momento la menor comenzó a disociar, su mente empezó a divargar entre aquellos recuerdos que se negaba a olvidar pero también a mencionar, y justo ahí se quedó.... Por varios segundos, para finalmente volver a la realidad por un leve golpe de su amiga en el hombro.
- ¡Y después dices que ya no piensas en el!- reclama con frustración y un toque de diversión.
- Solo estoy abrumada por el trabajo- corrige tratando de evitar la mirada de su amiga.
- Y yo tengo veinte años... ¡Santo cielo Rin! Solo acepta que el hombre sigue teniendo lo suyo, eso no hara que vuelvas con el o que regreses al pasado- le reprende mientras niega con la cabeza.
- Bien... Lo sigue estando, pero eso es todo Sango- suelta con resignación.
- Así me gusta, cedita y buena niña- responde en medio de una risa.
- Lo que tú digas ma- le responde de la misma forma.
- Oye, por cierto deberías venir a cenar con nosotros... Kohaku me ha estado preguntando por ti- le sugiere mientras regresa a su banco frente al mostrador.
...La castaña solo se limita a resoplar, no es que detestara al hermano de su mejor amiga pero el pelinegro se había vuelto hostigante luego de que en año nuevo debido a la ebriedad pasaran la noche juntos.
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- Realmente no lo culpo, después de j mujerón así... Quien olvida- suelta con sorna.
- Sango... Las niñas- responde entre dientes la menor.
- Pues yo no he dicho nada, solo verdad... O es mentira que la tía rin es muy guapa- responde dirigiendo la última parte a sus hijas.
- Es muy bonita- responde las pequeñas al unisono.
- Bien! No soy la única que lo piensa- asegura.
- Sisi, lo que digas... Iré está noche- responde ya con frustración.
- Pues preparare algo delicioso está noche- anuncia mientras toma la mano de las niñas y sale del local.
Sango era toda una pícara, pero debía admitir que no habría podido sobrevivir sin ella y su gran sentido del humor, sabía ponerla de buen ánimo sin hacer esfuerzo y por aquello la apreciaba tanto.
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....CONTINUARA...
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraa. ❤️❤️
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Lo que perdí en tí
Fanfiction(HISTORIA CORTA) . . ... La esperanza era algo que desconocía, aquel sentimiento de añoranza se habia esfumado por completo cuando lo vio partir ese día... Aquel apuesto y orgulloso hombre había cambiado sus besos por poder, y sus noches de desvelo...