EPIFANÍA

126 20 20
                                    

CAPITULO 4.
.
.
.
.
.
.
.
.
....

La oscuridad del espeso bosque no la dejaba ver el camino sin embargo siguió dando pasos lentos con la esperanza de volver a la carretera pero el sonido de la anticipada lluvia retumbó en sus oídos y las gruesas gotas que comenzaron a caer después terminaron por anular la poca visión nocturna que le quedaba.

Comenzó a tantear los árboles para tratar de continuar caminando pero una rama en el suelo provocó que cayera.

- ¡Ay!- grito con sobresalto al caer de golpe en la tierra.

De inmediato la frustración la invadió y pensó en hacer un pequeño arrebato, pero con la lluvia cayendo sobre ella y el frío no pensó en nada más que en salir de ahí y llegar a casa ¿Cómo se pudo perder en el bosque? Aún no lo entendía, porque llevaba años viviendo en el mismo lugar y jamás le había pasado, aún así no se detuvo a pensar y se levantó para caminar nuevamente, pero un sonido cercano a ella le hizo frenar su paso ¿Acaso era algún animal? Solía creer que no había allí, pero a esa horas de la noche y completamente sola en la oscuridad no estaba dispuesta a averiguarlo; aún sin ver apresuró el paso y salió casi corriendo, pero así como ella se apresuró, el ruido a su espalda también, las ramas y algunas espinas de arbustos a los costados la lastimaban pero le restaba importancia porque de su vida se trataba.

Corrió, corrió tanto como pudo, ni si quiera miro atrás, tan solo quería salir de ahí y fue tanto su desesperación que ni si quiera notó cuando una enorme piedra se interpuso en su camino, tan solo sintió el golpe y resignada a caer cerró los ojos, pero el golpe nunca llegó y ella apresuradamente abrió los ojos para descubrir que pasó.

Ahí lo vio...

Su larga cabellera plateada caía en su rostro y a pesar de la escasa y casi nula luz se podían observar sus duras facciones, realmente se veía hermoso desde aquella posición; la estaba sosteniendo de la cintura, parecia preocupado y sin duda tenia el ceño fruncido.

- Que... Que haces aquí- pregunta mientras se separa abruptamente de el.

- Vine por ti- responde con simpleza tratando de acercarse a ella.

- No te atrevas a dar un paso más- habla con la voz entre cortada.

- ¡Deja de ser testaruda, a caso pretendes quedarte aquí!- grita con exasperación mientras la toma de brazo y la guia por el lado opuesto del camino.

- ¡Suéltame!- se queja la mujer mientras tras intenta soltar el agarre en su brazo.

- No, y si dejas de resistirte saldremos más rápido de aquí- habla en tono serio.

-¡Que es lo que quieres! Ya dejame en paz...- pide con frustración. - No tenías nada que hacer aquí ¡Para que volver! Todos estábamos mejor sin ti- suelta con indiferencia.

- Pues ya que tanto insistes... Vengo por algo que es mío...- grita mientras la suelta.

Y ahí se da cuenta que ya están en la carretera así que da un leve vistazo a su alrededor, pero cuando voltea para enfrentar al albino, este ya no se encontraba allí; se asustó por completo y todo a su alrededor se volvio negro, oscuridad, completa oscuridad...
.
.
.
.
.
.
...

Despertó con el corazón a mil, todo a su alrededor era completa oscuridad asi que encendió la lámpara en la mesita de noche y miro la hora.

"4:30 AM"

Se encontraba sofocada y su pecho parecía querer estallar ¡Pero que sueño más extraño! Parecía que la vida le quería meter a ese hombre por los ojos, aún cuando fue el mismo quien se quiso ir de su lado; se levantó de la cama y se lavo el rostro para intentar animar las perezas pero eso solo termino por quitarle el sueño así que sin más que hacer se dispuso a lavar sus dientes y a preparar café para espera el amanecer, se sentó el sofá y se mantuvo ahí hasta que llegó el alba, un vez pudo ver los primeros rayos del sol se dirigio al baño y se dio una ducha, luego se colocó ropa para hacer deporte y salió de casa, pretendía trotar.

Cuando era más joven adoraba hacerlo, creía que esa era una forma más de liberarse del estrés, sin embargo una vez ahorró lo suficiente y pudo tener su propio negocio ya no le sobrara tanto tiempo para hacerlo frecuentemente asi que simplemente solo dejo de hacerlo; volvía el y sus viejos hábitos igual...

Eso fue lo primero que pensó cuando salió de casa, pero lo ignoro y continúo su camino, iría hasta el viejo río por un poco de aire fresco y quizas a reflexionar.

Mantuvo un ritmo constante, no se apresuró pero tampoco anduvo lento, simplemente se encargo de disfrutar su paseo, daban las siete con treinta de la mañana cuando llegó al río, tomo asiento en el pasto y se recostó en un arbol a su espalda, ahi cerró los ojos y se dispuso a disfrutar del lugar; hacia meses que no iba y tampoco deseaba que los malos pensamientos de los sucesos recientes arruinaran su mañana, ya bastante tenía con aquel sueño que habia tenido como para dejar otras cosas arruinaran el momento, o al menos eso intento cuando desafortunadamente volvió a escuchar aquella voz que ya bastantes dolores de cabeza le habia causado.
...

- Veo que también saliste a trotar- comenta sentándose del otro lado del árbol.

- Es que acaso te tengo que encontrar en todos los lugares...- suelta con frustración, casi como un berrinche.

- No es mi culpa que este lugar sea tan pequeño- se excusa.

- Te podrías ir, puedes encontró lugar... Yo llegue primero- pide con indicación.

- Esto es un lugar público, así que no me voy- asegura.

- Pues si tienes algo de dignidad vete- anuncia entre dientes.

- Carezco de eso- confiesa en medio de una risa.

- Eso lo tengo claro, además de que eres narcisista- refunfuña.

- Está en lo correcto preciosa- responde.

- ¡Aish!- suelta en medio de una pataleta. - ¡Me haces perder la paciencia Sesshomaru!- finaliza mientras se levanta y dándose por vencida camina para alejarse del lugar.

- Esperame, no me gusta estar solo- comenta entre risas para seguirla.

- ¡Basta!- grita mientras se gira y lo enfrentas. -¡¿Que es lo que quieres?!- inquiere al borde la desesperación.

Quizás la situación no daba para que estallara de aquella forma, pero tenía tantos sentimientos atorados desde días antes que buscaron salir de alguna forma, y justo ahí, en ese momento...

Un pequeño flashback de ese sueño paso por su mente y su sangre quedó helada, dió dos pasos hacia atrás y aquel vacío se transformo en miedo, no sabía que había dicho, porque pregunto eso...

Ni si quiera quiso esperar una respuesta, tan solo se dió la vuelta y apresuró su paso.

- ¿Que no quieres saber?- pregunta detrás de ella.

- No necesito hacerlo ¡No necesito saber nada de ti!- le grita sin mirar hacia atrás.

- ¡Deja de huir! Tarde o temprano hablaremos de lo que pasó...- le responde frenando su paso y dejando que se vaya.

- Pero no será hoy- susurra para si misma  mientras reafirma sus pisadas.
.
.
.
.
.
.
.
...

CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraa.❤️❤️❤️







Lo que perdí en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora