Dios como odio las noches calurosas, la calefacción y el aire acondicionado se han dañado y el mantenimiento del pent house no pudo venir hoy, por exceso de trabajo en el edificio, abro las enormes ventanas que adornan mi cuarto encontrándome con la linda vista de la ciudad de New York, son las tres de la mañana y la ciudad aun esta despierta con aquellas luces de los edificios lujosos, y los sonidos de los autos y aveces la sirena de la policía. Mañana es mi entrevista de trabajo en Grant & company es una cadena de restaurantes, de hecho las más prestigiosa del país y todo América. Después de que me mude de Miami mi vida ha cambiado un poco, y lo único que extraño de ese lugar es a mi madre y a mis amigos de secundaria.Al dejar los ventanales abiertos el sol me da los buenos días, parapadeo varias veces debido a la luz. Me quedo cinco minutos en cama despierta debido a mi pereza, la entrevista es a las nueve y son las...¡Ocho y media! Me levanto de un salto y corro a la cocina preparando la cafetera rápido, mientras el café se prepara me voy a duchar, lo hago rápido pero bien. Saco la ropa que planche ayer para ponerme hoy, nunca es malo ser tan perfeccionista, es una camisa blanca manga larga junto a una falda negra ajustada, medias panties negras y tacones a juego, dejo mi pelo suelto, no tengo tiempo para peinados elaborados.
Estando frente al edificio Grant &company me da un escalofrío que recorre mi columna vertebral, doy un suspiro largo y entro fingiendo confianza, se supone que debería hablar con la recepcionista, pero ella esta ocupada ligandose al de seguridad.
-Disculpa, soy Elizabeth Grey-la mujer me observa mientras mastica molestamente un chicle y me mira de manera extraña, revisa algo en el ordenador y habla con alguien por teléfono.
-Pase al cuarto piso en la oficina de contratos-me dice sin apartar la mirada de el aparato, no se como puede trabajar aquí.
Sigo su dirección y llego perfectamente a donde me dijo y justamente a la hora acordada, toco la puerta de vidrio y el hombre de el otro lado me sonríe y me hace señal con la mano para que pasara.
Se levanta de su asiento y se acomoda el lujoso traje gris que lleva-Buenos días señorita Grey
-Buenos días señor-digo cordialmente sonriendo
Tomamos asiento y comenzamos con las preguntas, todo fluyó bien, el hombre no fue duro conmigo y no se mostró intimidante, era de segunda edad, con el pelo negro y algunas canas acompañado de unos lindos y oscuros ojos azules.
-Hasta aquí todo, usted es una mujer muy capaz-me alago con una sonrisa e incline mi cabeza en forma de agradecimiento-sin más que decir, hasta luego
-Gracias señor....-Le regale un silencio para que me dijera su nombre o apellido
-Oh, lo olvide por completo, Montana, Darius Montana-me respondió estrechando mi mano
Sali de la oficina con una corazonada de que todo saldría bien, eres increíble Elizabeth.
La semana ha pasado de maravilla y el martes en la tarde me llamaron de Grant & company que tengo el puesto como Directora de contabilidad, por más simple que suene, es uno de los mejores puestos (el número seis) así que me siento orgullosa.
-Y bien ¿esta de acuerdo con todo?-me pregunta el señor Montana, el cual me daba una idea de como funciona todo aquí, y las reglas, aunque una de ellas me pareció inusual.
"Nunca vayas a la oficina del señor Grant sin avisar"
¿Inusual?¿porque? pues porque literalmente ese hombre nunca esta aquí, o al menos eso me dijo Montana al principio, es increíble como se contradice.
Nos dirigimos al sexto piso en busca de mi oficina, y si los rangos de oficina se encuentran por pisos. Nos paramos frente a una puerta de cristal como todas, pero con una placa que decía; "Dr. Elizabeth Grey, Contabilidad" tallada en letra cursiva lo que hacia que se viera elegante o eso creo.
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Pecados
Romansa-Te odio, desde el día que supe de ti Solo esas crueles palabras le sobraron a Elizabeth para decidir marcharse de su hogar en Miami y tener una nueva vida, estudió y se convirtió en una profesional, logrando darse los mejores lujos, y las cosas qu...