Anhelo

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El tiempo se oscurecía a medida que el tic y el tap del reloj avanzaba, el crujiente gruñido del viento tras la ventana que anhelaba adentrarse en la cálida morada.

Héctor observo asomado por la ventana, la nieve amontonarse a un ritmo acelerado, el clima helado y la luz extinta excepto por las farolas en la calle. Incluso con varias fuentes de luz la casa apenas parecía protegida de la noche, una noche larga, que pretendía tragar todas las casas a las que podía visualizar.


"mmmm"..


El perro mastico sus pensamientos alejándose de la ventana y acomodándose en el suelo de la sala, una humilde alfombra debajo de su cuerpo protegiendo sus patas del frio.

Héctor sintió una amargura en su estomago, como un malestar de comer algo podrido que no se alejaba de el, aunque la causa era una externa. Esta época era una agradable, incontables noches en las que poder dormir bajo el abrigo del calor materno, la hoguera y el ruido familiar llenando su mente, aunque ahora era diferente.

Cada recuerdo presente, era embarrado por la sensación de vacío, una soledad omnipresente que oprimía su mente, este sentimiento le impidió cerrar el ojo, como múltiples noches pasadas sin poder descansar con seguridad.

Sus ojos rodaron por la sala, cada objeto teniendo un frio singular, una nostalgia venenosa que le impedía olvidar.

Dirigió su atención a su compañero, atrapado y dentro de la jaula en el rincón de la sala por su propia voluntad. Sobre una mesita, el hogar de su amigo, mas ahora solo una prisión en la que el ave pasaba su tiempo sin hablar.

Cuanto?, se interrogo pensante el perro, las noches y los días que pasaban con lentitud, intentando hacer un conteo, el tiempo de soledad en el que se aisló el ave. Sin una respuesta, sin una noción que implicara su movimiento, apenas su bol de comida tocado.


"Piolín.. estas dormido?"


Como un susurro pregunto Héctor, aunque luego de unos segundos el silencio fue la respuesta, una repetida durante varias ocasiones. Sentía miedo, cuanto podía seguir esto.. hasta que punto sus dueños no notarían el comportamiento y si lo hicieran, como actuarían..?

Se sentía frustrado, con una molestia por no poder hacer nada, no sabia como ayudar, que podía hacer para cambiar algo. Ser un perro guardián era fácil, pero esto.. seria otra noche larga, solo era capaz de vigilar, ver en búsqueda de algún indicio de su amigo.

....

....

....


Un aroma inundo el ambiente, mientras una sinfonía entraba en sus oídos.


"Lala"

"Lala"


"Abuelita?"..


"Si Piolín?"..


"Tu cantas?"..


"Por supuesto!.. como tu, aunque no canto tan bien.."


"Tu cantas muy bien abuelita!"..

Mas que un lindo gatito.. /Español/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora