Bitácora Jaedo: El inicio

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—Wow, es la primera vez que veo uno así.

—¡Sí! ¡Mira sus orejas! ¿Sentirá si las aplasto?

Doyoung ya se estaba aburriendo de la situación. Llevaba alrededor de quince minutos siendo acorralado por dos alfas, aparentemente híbridos de algún felino, quienes en lugar de cansarse de hostigar al pobre conejo, parecía que encontraban cualquier excusa para seguir reteniéndolo en el rincón entre los casilleros.

Desde que se cambió de universidad, cuando tuvo que mudarse con sus padres por la helada que había cubierto el campo donde estaba su hogar, el conejito había pasado todo tipo de tragedias entre nuevos mamíferos y una ridícula escasez de hervíboros como él. No sé sentía familiarizado con el ambiente todavía, y para empeorar la situación, hoy era el único día donde los pocos amigos que había hecho no asistían.

Doyoung tenía que arreglárselas solo por esta vez.

—Escucha... —Doyoung miró de arriba a abajo al híbrido, intentando ubicar el gafete con su nombre sin éxito. —Lo que sea, como te llames. Necesito ir a clases y tú me estás estorbando, así que-

—¿Así que qué? —Se burló el alfa, recorriendo al conejito con la mirada. —¿Qué cosa eres de hacer, pedacito de algodón?

Doyoung levantó una de sus perfectas y perfiladas cejas ante el apodo tan corriente que le puso uno de los tipos.

A lo largo de su vida había recibido motes exageradamente ridículos, incluso por cortesía de sus ex novios, parecía que cada vez se esmeraban en hacerlos más horribles.

Como si nadie tuviera la imaginación suficiente hoy en día.

—¿Pedacito de algodón? ¿Eso es todo lo que tú estúpida cabezota alfa pudo maquinar? —Preguntó Doyoung sonriente, cruzando los brazos sobre su blusa y apoyando su cadera contra la pared. —Debe dar tanta pena ser tú.


—Óyeme rata de—


—¡Hey Jaehyun! ¡Ven aquí amigo! —Interrumpió el otro alfa, que hasta el momento solo había sido espectador, mientras agitaba su mano hacia alguien en específico. —Un puto conejo le está dando una paliza verbal a Jungkook, ¿Puedes creerlo?

Doyoung suspiró frotando una de sus sienes mientras escuchaba unos pasos dirigirse hacia donde estaban reunidos los tres. Apenas tenía paciencia para lidiar con un perro y su pulga, no podía imaginarse lidiando ahora con otra garrapata.

Él simplemente quería ir a sus clases cuando estos bravucones lo quisieron intimidar y claro que no se dejó, Doyoung nunca fue alguien con capacidad para mantener la boca cerrada, tanto en el buen como en el mal sentido, pero no estaba seguro de poder lidiar con tres tipos con una nuez como cerebro a la vez.

El otro alfa, Jungkook, le dió un empujón a su amigo, maldiciendo por lo bajo.

—Nadie me está dando una paliza verbal aquí, simplemente no quiero infartar a este conejo antes de divertirme bien. —Gruñó, tomando la camiseta de Doyoung para zarandearlo.

Esta vez el conejito estaba a punto de empezar a gritar por auxilio al fin. Una cosa eran las palabras, pero la fuerza física... No tenía ni una posibilidad y lo aceptaba, un omega contra un alfa era una batalla perdida, un conejo contra un gran felino era batalla doblemente perdida.

Doyoung cerró los ojos con fuerza. Si no lo veía quizás la paliza no dolería como tal.

—Jungkook, suéltalo. No es agradable hacer eso con los omegas. —Murmuró detrás una voz masculina bastante cálida y gruesa. —Con nadie en realidad. No deberías pasarte con tus juegos.

Atypical [JaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora