Cómo Vivir Como Escritor En Un Mundo De Fantasía

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Capítulo 89 - Exposición (1)

Ha amanecido la mañana de la exposición, tan esperada como temida durante mucho tiempo.

Aunque la exposición se organizó apresuradamente, como cruzar un puente tambaleante, gracias a los numerosos recursos y personal invertidos por el imperio, se ha preparado hasta cierto punto. Además, la exposición en sí no tiene la forma de ver obras en un edificio tranquilo, sino de un festival.

En un terreno vacío, se designó un espacio separado para exponer obras de arte y, aparte de eso, los residentes podían simplemente divertirse. Además, se programaron actuaciones musicales y teatrales que podrían considerarse momentos estelares por la noche, así que durante el día, los visitantes podían disfrutar de las obras expuestas mientras paseaban por el terreno.

"¿Qué tal queda? ¿Queda bien?".

Esto fue antes de que empezara el festival, después de que se hubieran hecho todos los preparativos, dentro de la mansión. No pude evitar admirar a Marie, que iba vestida para la ocasión. Estaba preciosa con su vestido blanco.

Sus hombros estaban completamente al descubierto, mientras que su pecho quedaba ligeramente al descubierto, y el vestido blanco resaltaba aún más su piel lechosa. El aspecto general era sencillo, con muy pocos dibujos llamativos, y el dobladillo apenas le llegaba a las rodillas. Como resultado, sus esbeltas y gráciles piernas quedaron completamente al descubierto, acaparando la atención de todos.

Si el vestido que llevaba en el evento anterior hacía que Marie pareciera más madura, el vestido que llevaba ahora hacía que su feminidad se multiplicara por dos. Dicen que las transformaciones de las mujeres son inocentes, pero con semejante transformación, cualquier hombre tendría que declararla inocente.

"Vaya, ¿es realmente mi novia?

Llegó un punto en que uno dudaría de la realidad de que una mujer tan guapa pudiera ser realmente su novia. Esto significaba que Marie era excepcionalmente hermosa.

Además, no sólo era hermosa, sino que su personalidad también era sobresaliente. Desde su pelo blanco con un toque de azul, hasta su piel lechosa y sus ojos azules como joyas, era hermosa y adorable hasta el punto de que nadie más podría sustituirla.

Observé a Marie en silencio durante un rato, esperando una respuesta, antes de soltar mi sincera impresión.

"Eres guapa".

"¿Eso es todo?"

"A la hora de describir a una mujer que parece nieve blanca y pura cayendo del cielo, creo que puedo usarte como referencia".

"¿Qué se supone que significa eso? Suena como algo que diría un novelista".

Marie se sonrojó ante mi cumplido, parecía un poco tímida pero no disgustada. La miré detenidamente, intentando memorizar su imagen aunque no pudiera plasmarla en un cuadro o una pintura.

"¿No es vergonzoso mirar así?".

"Eres demasiado guapa, no puedo evitarlo. Lo siento".

"No pasa nada. Salgamos ahora".

Marie se sonrojó de nuevo ante mi franca confesión y se dirigió hacia mí. Abandoné mi admiración y la seguí. Marie llevaría ese vestido todo el día, así que no sería difícil recordar su aspecto. Podría ser un poco irritante ver a otros hombres prestándole atención como hienas, pero Marie era una noble y no dejaría que se le acercaran fácilmente.

Y como el palacio imperial enviaba personalmente guardias para cuidar del orden público, la probabilidad de que ocurriera un crimen era extremadamente baja.