El cielo de hace dos días sin duda no daba señal alguna del temporal que había en este momento. Me pregunto cómo es que de un cielo despejado y bello se puede pasara a uno nublado, lleno de gotas de lluvia, truenos y rayos, ni mencionar el viento que parecía que tiraría el edificio. Todos corrían de un lado a otro, intentando guardar sus cosas y resguardarse bien.
—Voy a matarla — escuché a Kaede con su voz rasposa.
Estábamos de pie en la entrada de las residencias cubriéndonos todas con un solo paraguas, las gotas me salpicaban en el hombro.
—¿Por qué aún no ha llegado?
—Dijo que venía en camino — respondió Grace a mi pregunta, su ceño fruncido hacia el camino en busca de la más joven entre nosotras.
Todas estábamos sorpresivamente muy lejos de la otra cuando comenzó el temporal. Solo volvimos porque recibimos el correo de la universidad informando que todos debíamos estar en nuestras habitaciones porque era un clima peligroso. Todas nos comunicamos para informar que íbamos en camino y Suyen es la única que aún no ha llegado desde entonces. No soy una chica tan temerosa al respecto, pero el viento y los truenos, además de la lluvia torrencial lograban matarme del susto. Esas cosas me preocupaban.
—¡Jodida Suyen, voy a matarla! — exclamó Kaede de vuelta con rabia — Si me da un maldito resfriado la haré pagar mis facturas médicas.
Justo cuando una de nosotras iba a responderle, los pasos rápidos llamaron nuestra atención, eran fuertes pisadas que chapoteaban en el agua. Quise mantenerme imperturbable cuando vi a Suyen empapada corriendo hacia nosotros, usando su chaqueta aprueba de agua para envolver su bolso, pero me parecía tan ilógico que no pude ocultar mi asombro.
Tiene que estar bromeando.
Rápidamente las tres le gritamos y tiramos de ella al interior de las habitaciones. Cuando estuvimos en la nuestra, Kaede le quitó la mochila dejándola en la mesa, yo corrí por unas toallas y ropa seca mientras Grace la ayudaba desvestirse, tirando de cada prenda hasta exponer toda su piel opaca.
—Eres una lunática, tienes una chaqueta aprueba de agua y no la usas — dijo Grace con el ceño fruncido.
Suyen temblaba del frío cuando comenzamos a secarla y vestirla, era como si apenas pudiera moverse, sus labios estaban morados, tenía la piel más blanca que nunca y estaba fría, tan fría como un cadáver.
—N-No puedo perder mi computadora — respondió apenas entre el castañeo de sus dientes.
Todas la miramos como si no pudiera hablar en serio.
—Cierra la boca — Kaede sin duda había perdido todos los hilos de su paciencia el día de hoy.
Ella misma conectó su secadora de cabello y comenzó a secarle el cabello a Suyen mientras yo iba por un té para ella. Suyen a veces era como un niña, era incapaz de cuidarse a sí misma, sus prioridades eran seriamente cuestionables y nada le importaba. Era como una mocosa de doce años, desinteresada, pegada a la pantalla de su computadora e innecesariamente cruel cuando quería.
No había mejor forma para describirla.
Pronto, sus labios dejaron de verse tan morados y podía hablar un poco más. Aun temblaba un poco y su piel estaba más que pálida, pero poco a poco se recuperaba. Mi vista se desvió a su computadora sobre la mesa, intacta. Me preguntaba que tenía allí como para arriesgarse de esa manera. El viento hacía temblar las ventanas y los truenos hacían parpadear las luces, pero nada tan terrible como la rama que atravesó nuestra ventana. El temblor sacudió el edificio y antes de que pudiésemos darnos cuenta, un árbol había caído contra las habitaciones. Los cristales volaban por todos lados.
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𝐀𝐍𝐓𝐈 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍𝐓𝐈𝐂 ❯❯ Yaku Morisuke
FanfictionA YAKU MORISUKE FANFICTION. « Tu sola existencia me resulta desagradable. Me pregunto que hice mal como para tener que verte otra vez » rodé los ojos ante sus palabras. Él no tenía que saber lo mucho que me dolía escucharlo, porque podía ocultarlo s...