La Boda

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Hija, levántate ¡que llego el gran día!

— ¡está bien! Madre, hago mi rutina de aseo y bajo a tomar el desayuno.

— ¡buenos días! Hija.

— buenos días, padre

— debes estar lista a tiempo, ya que tu madre acompañara a tu prometido al altar.

— Padre, el novio, no debe verme, creo que lo mejor es que ustedes dos se adelanten y yo me vaya con el chofer, así no corremos riesgos y puedes ir recibiendo a los invitados, ¡como el hombre importante que eres!

— tienes toda la razón, hija, es mejor que yo esté representando a la familia, entonces así será.

—Luego de terminar el desayuno voy a mi habitación para esperar a los estilistas, estoy muy nerviosa y no es por la boda, sino por mi futuro.

— hija, aquí están las estilistas.

— hola, ¡adelante!

— muchas gracias, señorita, ¿tiene alguna idea de lo que desea?

— ¡No! Solo me gustaría que fuera lo más natural posible — perfecto.

—Ellos comienzan a ordenar sus cosas mientras yo observo la hora, el reloj marca las once de la mañana. Una de las chicas comienza a hacerme la pedicura y la otra comienza a secarme el cabello mientras yo juego con mi teléfono, no quiero entablar ningún tipo de conversación y menos sobre la boda.

Pero luego recuerdo un dato importante, disculpen la molestia, ¿alguna de ustedes, tendrá una persona de confianza? Que pueda llegar acá a las cuatro y diez en punto. Esperar por la puerta trasera una encomienda crucial.

— ¡yo no!

— yo tampoco, pero si es muy de vida o muerte te podría ayudar pidiéndole el favor a mi hermano, pero tengo que llamarle ahora.

—Necesito que esto sea muy discreto, son cosas de mi ex y si mis padres o mi prometido se enteran de que aun las conservo se imaginaran el escándalo, ¿puedo contar con su discreción?

— ¡Por supuesto linda! Te entendemos.

— hola, Eidan — ¡hola! Hermanita linda, ¿cómo estás?

— bien necesito un favor, mi clienta, la cual es muy exclusiva, necesita enviar una encomienda a las cuatro, necesita que esperes por la parte trasera de la casa al llegar apagas el auto y esperas que ella salga sin tocar la bocina todo ¡debes ser discreto!

—¿Tú pretendes que salga del bufete para hacer de Uber?

— por favor hermano es de vida o muerte, es una familia muy influyente y sabes que tengo una fama que mantener

— ¡está bien! Pero me debes una grande, adiós.

—Listo, ¡mi hermano te ayudará!

— muchas gracias, no tiene idea del favor tan grande que me hacen, quiero que guarden mi número para luego agradecerles cómo se debe.

— con que nos llames cada vez que necesites ponerte más bella es más que suficiente.

—hija, ¿cómo vas? Qué hermoso te está quedando el cabello y las uñas me encantan.

— madre, como verás están terminando las uñas de mis manos.

— ¡está bien, hija! Ya son las tres, yo estoy lista, como debo irme más temprano, tu padre dice que a las cuatro vas saliendo de aquí, así que te veré allá princesa.

—adiós, madre, te amo, dile a mi padre que también lo amo

— está bien, mi amor es normal, que estés sentimental, es tu boda, hoy partirás a tu nueva casa, te amo, hija

La Novia FugitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora