CAPÍTULO XV II

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Subió al auto y esperó a que comenzarán a manejar hasta la fiscalía

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Subió al auto y esperó a que comenzarán a manejar hasta la fiscalía. Pasó por la universidad, sonrió al recordar los momentos ahí con Chan y Changbin. Luego pasó por la otra universidad, donde estudiaba Jisung y probablemente Chan, eso le hizo sonreír aún más. Cuando saliera libre suponía que debía cambiarse de escuela para evitar problemas, la idea de pasar tiempo con el castaño le hacía feliz.

Bajó del auto tras aproximadamente diez minutos, había demasiada gente esperando afuera al igual que paparazzis quienes comenzaron a preguntarle acerca del crimen y no sólo eso, también de la empresa que manejaba su padre, qué sería de ella. Al oír eso se detuvo y miró a una de las personas que le había preguntado eso, frunció su ceño.

— ¿Cómo saben de esa empresa? —preguntó sin apartar la mirada — ¡¿Quién te dijo sobre esa empresa?!

Los oficiales lo empujaron para que siguiera caminando lo cual tuvo que hacer. Nadie sabía que su padre manejaba una empresa, jamás hicieron público al CEO ni hicieron mención acerca de él, esto porque el padre de Felix lo quiso así, era una gran responsabilidad por los medios, y ser famoso no era algo que deseaba.

— Cálmate Felix... Sea como sea, esa empresa ahora en manos del CEO Bang, seguramente él sabrá qué hacer con los medios —frunció su ceño, el único que sabía quién era el verdadero CEO era el subjefe, además de un par de personas como la esposa del subjefe y unos empleados más de confianza, como lo era el padre de Hyunjin — No, jamás nos darían la espalda.

Suspiró una vez más. Escuchó como el juicio comenzó, tras unos minutos salió y lo primero que hizo fue buscar no sólo a sus amigos, sino también a Chan. Al no verlo, miró a Hyunjin quien le sonrió cálidamente, por detrás Jisung le animó con un poco de aegyo, Changbin le devolvió la sonrisa. Se sintió tranquilo al verlos, pero estaba ansioso por ver a Chan, le dijo que estaría ahí.

— Chan por favor... — bajó su mirada y cerró sus ojos.

No prestó atención a lo que su abogado, el fiscal ni el juez hacían, sus ojos iban desde la puerta a sus amigos y de ahí al reloj que había en la pared, se estaba haciendo tarde y el castaño no llegaba. ¿Y si sólo lo ilusionó? ¿Y si le pasó algo? ¿Y si cree que es culpable? Limpió las pocas lágrimas que derramó, no quería pensar nada de eso, confiaba en Chan y esperaba que Chan confiara en él.

Se centró en el juicio, intentaba entender de lo que hablaban pero inmediatamente pudo notar algo, el juez le daba toda la razón al fiscal sin siquiera obtener las pruebas suficientes, no entendía.
Su abogado apenas podía pelear, pero debía admitir que los argumentos del fiscal eran muy buenos a pesar de ser falsos, ¿Cómo era posible?

— Lee Felix, es esta tu libreta, ¿cierto? — el fiscal le mostró un cuaderno color amarillo y el pelirosado asintió — Dentro de esta podemos encontrar escritos de odio hacia su familia, como podemos ver en la pantalla.

— ¿Qué? Yo no escribí eso... — murmuró mirando la pantalla donde se veían todos los escritos de odio.

— Sin embargo aceptaste que es tu libreta.

 Lee Felix » chanlix  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora