VXII: EPÍLOGO II

110 13 0
                                    

— ¿Realmente lo harás? ¿Después de cuatro años? — preguntó una vez más el pelinegro mientras seguía al castaño de un lado a otro—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Realmente lo harás? ¿Después de cuatro años? — preguntó una vez más el pelinegro mientras seguía al castaño de un lado a otro—. Es tu padre, Chan.

—se detuvo y guardó silencio unos segundos—. No Minho, no es mi padre. Es un asesino —respondió antes de continuar con lo suyo.

— Chan...

Sin embargo el castaño no lo escuchó y salió de la habitación.

— Ese hombre que ven ahí, asesinó a una familia a excepción del hijo, quien afortunadamente o desafortunadamente estaba fuera ese día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Ese hombre que ven ahí, asesinó a una familia a excepción del hijo, quien afortunadamente o desafortunadamente estaba fuera ese día. Sin embargo, él se encargó de llevarlo a la cárcel y culparlo de eso. Por supuesto, también le pagó al juez y al fiscal de aquel entonces para que llevarán a Lee Felix a la muerte —miró a su padre—. Si bien él dice que no se manchó las manos, sabe perfectamente que sí.

— Con todo el derecho, su señoría —habló el abogado del padre de Chan —. ¿Por qué habría de creerle? El caso del CEO Lee quedó resuelto hace más de cuatro años y se demostró con pruebas que el hijo, Lee Felix fue el culpable —miró al castaño—. ¿Por qué ahora, cuatro años después vuelve a sacar un tema que ya fue enterrado? Si tuvo las pruebas antes, ¿Por qué esperar tanto tiempo para sacarlas?

— ¿"Por qué"? —soltó una risa—. Le diré el porqué. —se acercó a la mesa donde se encontraba su padre y el abogado de éste, se inclinó hasta ellos poniendo la mano en el escritorio —. Si no revelé las pruebas hace cuatro años, fue porque quería ser yo mismo quien metiera a este asesino a prisión.

— ¿Con qué fin? — preguntó otra vez el abogado antes de ponerse de pie, gracias a eso el castaño se alejó—. Bang Chan, usted es el hijo de mi cliente, ¿Cierto?

— Los vínculos no tienen nada que ver aquí, señor Choi —frunció su ceño ante las palabras del mayor.

— ¿Por qué le hace esto a su propio padre? ¿Acaso es un berrinche más? — el castaño soltó un pequeño quejido.

— ¡Él no es mi padre! Es un asesino más, un asesino que debo meter a prisión a toda costa porque ese es mi trabajo —respondió frunciendo el ceño sin dejar de mirarlo.

 Lee Felix » chanlix  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora