capitulo 19

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Luego de recibir la feliz noticia que dio mi madrastra, salimos todos a cenar a un restaurante muy elegante. Se nos acercó un hombre con el uniforme que tenía el nombre del restaurante.

Pedimos nuestra comida saludable, Claudia y Do-yun pasaron casi toda la cena charlando sobre quién es socio de la importante empresa familiar empresarial en la que venían nueve años después. En el camino, Simone y yo estábamos hablando del plan de Sofía. Le hablé de una fiesta el sábado.

antes de un momento de silencio incómodo entre Basil, yo y Simone viendo pasar los carros de equipos marinos y veo a Misael entrar a una tienda fuerte en el restaurante donde finalmente nos conocimos. Inmediatamente y temblando bajé las persianas y rompí el silencio.

—Gracias, te invito a un restaurante pero bueno, delicioso, tengo que irme a casa y Simone tiene que acompañarme. — dije tomando a Simone a su lado, a sus hijos, de la mano. Yo estaba ocupada cargando a su hijo Simón. — Bianca dile, ve al baño, camina adelante hacia nosotros — Nos vemos, te amo — dije Bianca, le grité, adelante al baño y salimos apurados, caminando del restaurante al estacionamiento .

— Buenas noches, pueden pasar a la mesa grande reservada por la señora Pérez —Pasamos a una mesa grande de cuatro que estaba pegada a los ventanales gigantes y veremos qué ciudad

Pedimos nuestra comida diferente, Claudia y Do-yun pasaron casi toda la cena charlando sobre quién es el socio comercial importante al que vendrían seis años después. Por otro lado, Simone y yo estábamos hablando del plan de Sofía para una fiesta el sábado.

Antes de un momento de silencio incómodo entre Basil, yo y Simone viendo pasar los carros de equipos azules marinos y veo a Misael entrar a una tienda frente en el restaurante donde finalmente nos conocimos. Inmediatamente y temblando bajé las persianas y rompí el silencio.

—Gracias, te invito a un restaurante pero bueno, delicioso, tengo que irme a casa y Simone tiene que acompañarme. — dije tomando a Simone a su lado, a sus hijos, de la mano. Yo estaba ocupada cargando a su hijo Simón. — Bianca dile, ve al baño, camina adelante hacia nosotros — Nos vemos, te amo — dije Bianca, le grité, adelante al baño y salimos apurados, caminando del restaurante al estacionamiento .

— ¿Qué  paso mi amor? ¿Por qué Misael no está muerto?  —  dijeron Simone y Rebeca y sus hijos entran en su auto al restaurante, su hija Bianca está esperando. No quería decirle por qué posiblemente se volvió Misael, vengamos, pero necesitaba salir del restaurante para que no esté muerto frente a mi madrastra y todos.

El sobrino de Misael secuestró a Bianca, quien estaba a punto de abrir el baño frente a su familia, sin sospechar eso, salimos caminando detrás de la puerta hacia el auto azul marino del equipo. 

—Ya no la lastimo más, ella es la hija de Binna y Simone, por favor no llores más, ¿por qué no vamos a la tienda de enfrente? Te compraré la gorra y los lentes que quieras Bianca.

  —No no. No, por favor, vamos a caminar con una pareja  —dijo Bianca, tomando su gorra y vidriando su brazo para que no fuera.

—Vamos nena, se presentó tu bisabuelo, se llama Misael Mayorga García, es el segundo gemelo, él elige todo lo que yo pago, por favor tranquila Bianca —terminó de decir esto y pasó su mano por mi espalda y el otro en mis piernas y me llevaron. incluso a la tienda

Entraron y me puse a mirar unas prendas de verano al lado del sobrino de Misael, quien nos señaló, de espaldas a Misael.

—Bianca, ¿Qué tal este vestido boycon para la fiesta? Se vería muy sexy — dijo Julio, tomando el vestido.

—Julio cumplió el objetivo de ser secuestrada de mi nieta mayor que eres y que tenemos aquí, la hija parece diferente, más sexy que la hija de Rebeca y su estúpido padre — dijo Misael acercándose a mí.

Viviendo con el secreto de mi vida (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora