Viviendo con el secreto de mi vida (1)

capitulo 26

Era mi tercera semana encerrada.   Mi vida cambió, me sentí muy débil, felicidad por una familia.

Ella extraña mucho a sus padres y hermanos, Emmanuel, Alejandro, Nicole, su padrino Emmanuel y su familia de las partes de Yie, Fiore.   A todos...

—Sofía, por favor déjame ir... Eh... Misael casi llega a un lugar y saca algún país por una chaqueta de cuero negra.

Los ojos no mienten que al desaparecido le pareció demasiado largo prender la basura con la fuga del fuego para que uno más documentos, papeles y dos pasaportes terminaran en vida, pero nuevos ciclos de vidas se convirtieron en el apellido Chigi y Castro.    

La respuesta fue muy clara en los ojos de Miguel.   — Sí, pero Diego era el hijo del gemelo de Manuela Mejía y Ares Mayorga

—No Bianca, me quitaste todo lo que amaba, ¿crees que te voy a dejar ir?   Te equivocaste – dice él riéndose

—¡Dios mío!   ¿Y hasta cuándo piensas tenerme aquí?   No tengo nada para ti.   Por favor déjame ir y lo arreglaremos porque ellos vivían en un gran campo de grandeza. 

—No.—Afirma que nos dirigimos hacia el campo de entrada —Nos vemos en nueve meses.  

Se fueron

Y..

Sofia y Aera, sois estúpidas.  

Dos meses después

Olvidaste tu suena la alarma que estaban despiertos a la rutina después del curso de matrícula universitaria como derecho laboral y criminología y criminología y me dijiste apurado y caminando lentamente hacia la universidad donde hace unos minutos estaba sentado Miguel.

  Tomó el celular y marcó a Misael.   

Levantó la mano para mostrar cuáles eran los problemas y declaró enviar.   Me gustaría el dinero para la carrera...

—Gracias, pero sí —Revisé el equipo mientras ella miraba su celular buscando el mensaje de su madre, diciéndole qué hacer ahora, leí eso, deténgase.  coche rojo, que tuve que quedarme quieto un rato.  un rato, mientras tanto. 

—Entonces, nos acabábamos de casar por el civil en Valencia.

Actualmente

Alejandro y Basil señalan el edificio mientras él buscaba desde ella hasta caminar hacia el décimo departamento—me pregunté por qué me ayudaría cambiarme en la esquina de la casa donde está la tienda frente a ellos dos y él se comportó de manera  de una manera tan extrema.

*toc toc*

— Soy amigo de Rebecca y Diego, ¡por favor entra a la casa! —La niñera dijo que sí, cargando a su pequeña de todos modos. Mientras entraba a coger las fotos de graduación de Bianca y él iba a ser policía militar antes de casarse de civil en Valencia.

Mira a su familia...

—Bianca quédate quieta, ¿por favor?—Dice la niñera del otro lado

—Bianca?   ¿Aquí allá?  

—Hola, buenas tardes señores, ¿pueden ayudarme a buscar a la familia de Castro y Chigi?   Rebeca y Diego trabajaron juntos en la comisaría y posteriormente después del juicio.

—Diego, ¿puedes darme dos medicamentos?   En la esquina de la casa está la farmacia.
    
— claro.

   Tomo la almohada en silencio.   Esperaba dejar el asunto.