Viviendo con el secreto de mi vida (1)

capitulo 36

Han pasado cuatro meses desde que cumplí 30 años.

Así es, estoy embarazada de nueve meses y los bebés no quieren salir.

Mañana es verano y todos estaban muy ocupados comprando regalos, tú trabajas para la fiesta del baby shower. Además, mañana será el último día aquí para algunos.

 Como el caso de Ares ya está terminando por el juicio contra mi madre biológica, tenemos que irnos de vacaciones diferentes.

Lila irá a uno en Roma con Emma. Emma planeaba quedarse aquí, pero Emmanuel no puede superarlo.

 ¿Qué pasó?

 En mi cumpleaños lo besé y él no me correspondió.

 Mamá, Basil, Alejandro, Papá y yo nos quedaremos en Madrid desde aquí.

Mamá se volverá a casar con Basil.

Binna ya tiene cuatro meses de embarazo y dará a luz a las pequeñas Brenda, Ofelia y Roberta.

Y yo... pues estoy esperando que mis hijos quieran salir.   Si todavía no tengo los nombres, sé que yo mismo soy el peor. 

Miguel estará en Palma Mallorca antes de que Bianca dé a luz a los gemelos y mi padre biológico, Brahmin planeaba en Valencia, así que el negocio estaba allí de todos modos.

Alejandro está cuidando a Alexis, Bianca y Ares, juegan los siete días del día y las 24 horas del día.

De todos modos me bañé y me puse un vestido rosa y tulipanes, un vestido holgado y unas sandalias sin plataforma.

Tomé un taxi y me dirigí a Mar, caminé sentado en el suelo y pensé en imaginar lo importante que era llegar finalmente allí de todos modos. 

Para sus hijos compraron un helado juntos en familia, como ya es costumbre en el país.

Y para Emma le compré un vestido de su diseñador favorito.  Debo decir que fue algo caro pero valió la pena.

Para Nicole y Alejandro les compré un vestido rojo y organicé la fiesta del baby shower y me regalaron un hermoso reloj.  

Para Basil una camiseta de su equipo favorito.
  
Para Lila le compré una sábana y una serie de libros que comencé y que ella tenía que leer.

Y para Brahim le compré una computadora de su marca favorita y unos tenis.  

Llegué a casa y Alejandro estaba con Basil, parecían estar discutiendo.

—¿Qué está sucediendo?   ¿Por qué esas caras?—pregunté.

—A Basil lo aceptaron en la universidad desde Colombia.

—-Eso es...¡Genial!   Basil siempre quiso ir allí —lo felicité

—Eso le dije—respondió Basil...—Pero se enojó porque no estaré en la universidad, tengo planeada una carrera profesional como historia del arte.

—¡Eso es injusto, papá!  Estás siendo sincera y egoísta con todos, tienes que quedarte conmigo, soy tu hijo adoptivo —Alejandro levantó la voz.

—¡Pero es mi sueño! —Gritó Basil

—Ya basta papá, por favor vete a casa.   Hablaré con él.  

—Gracias Biancita, adiós. 

Basil junto a Mamá salido

—¿Qué diablos te pasó? El sueño de tu papá de ir a esa universidad años después. Estás siendo egoísta con él por no dejarle seguir su sueño.