El Origen del Guerrero

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¿A𝕝𝕘𝕦𝕟𝕒 𝕧𝕖𝕫... 

S𝕖𝕟𝕥𝕚𝕤𝕥𝕖 𝕢𝕦𝕖 𝕥𝕠𝕕𝕠 𝕥𝕦 𝕞𝕦𝕟𝕕𝕠 𝕤𝕖 𝕕𝕖𝕣𝕣𝕦𝕞𝕓𝕒?


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En el interior de una gran estructura de madera, más precisamente un barco, con el olor del mar penetrando todo el lugar, se mecía sobre las turbulentas aguas.

Grandes y robustos hombres caminaban y de un lugar al otro, con grandes hachas, espadas y mazas.

Pero en una esquina, sentado en una pequeña silla de madera, un niño de tes morena, cabello negro un poco largo y ojos marrones se encontraba.

En sus ojos y expresión se mostraba una gran tristeza y confusión.

Pero levanto la mirada cuando una voz grave lo llamó.





-¡¡FÉLIX!!




Cuando el niño asustado miro a quién lo llamaba, salto de la silla y se aferró con un abrazo a aquel hombre.

Una gran figura masculina sin cabello en su cabeza, un bigote negro, ojos marrones tan oscuros que no se diferenciaban del marrón se sorprendió ante este repentino gesto.

Pero no lo detuvo, el  también correspondió al abrazo, porque el también había perdido mucho ese día.

A un hermano.





-Viggo quiere verte




El pequeño Félix asintió tímidamente mientras tomaba la mano del mayor y se dirigieron al despacho del mencionado.

Caminaron por unos minutos a través del gran navío, hasta llegar a una gran puerta de un metal con colores cobre oxidados.

El mayor abrió la puerta y ambos entraron al lugar.


Dragones: Crónicas de GrimbornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora