El pequeño duende del jefe paranoico es muy bueno actuando como un mocoso mimado

Capítulo 2: ¿ Por qué te gusto?

Un dolor agudo lo despertó.

Jiang Yu respiraba con dificultad, sumido en la oscuridad.

Afuera, llovía torrencialmente. ¡Había un apagón en la habitación!

Había regresado cuatro años atrás. Había confesado a su familia que le gustaba He Nianchen, pero su padre no estaba de acuerdo. Se escapó caprichosamente a un hotel, donde un alfa irrumpió en su habitación y casi lo marcó. He Nianchen llegó a tiempo para salvarlo, pero los medios tomaron fotos, y desde entonces tuvo que abandonar la escuela y quedarse en casa como un canario en celo.

Y esa persona había sido enviada intencionalmente por He Nianchen.

Aún tenía una hora. Todavía había tiempo.

Si había regresado a la vida, ¿significaba que Ji Sifeng también estaba vivo?

Mientras pensaba en esto, alguien intentaba abrir la cerradura electrónica de la habitación.

Jiang Yu, temblando, marcó un número en la oscuridad. A pesar de ser ya las diez de la noche, el hombre contestó rápidamente con una voz profunda: "¿Hola...?"

"Ji Sifeng, escapé de casa, pero se fue la luz en la habitación..."

"¿Dónde está He Nianchen?" preguntó fríamente.

Los ojos de Jiang Yu se llenaron de lágrimas y le gritó: "¡Ji Sifeng, te odio!"

"Ji Sifeng, alguien está abriendo la puerta de mi habitación. Alguien va a entrar. Tengo miedo..."

"Ji Sifeng, te extraño... Ven y abrázame..."

El teléfono se colgó abruptamente. Jiang Yu, aterrorizado, se puso de pie y tomó un cenicero de la mesa para defenderse.

De repente, se escucharon ruidos de pelea afuera. Los gritos de un hombre llenaron el pasillo.

Ji Sifeng, preocupado porque Jiang Yu había escapado de casa, había estado sentado en su coche abajo, observando la ventana de su habitación.

El teléfono sonó en la oscuridad, y Ji Sifeng, jadeando, dijo: "Abre la puerta."

Las piernas de Jiang Yu estaban entumecidas, no podía moverse.

La puerta del hotel resonaba bajo los golpes, como si fuera a romperse.

Tropezando, llegó a la puerta y la abrió. Ji Sifeng, empapado por la lluvia, le preguntó nervioso: "¿Qué pasó? Ya estoy aquí."

El cenicero cayó de las manos de Jiang Yu sobre la alfombra, amortiguando el sonido. Un hombre, contratado por He Nianchen, yacía ensangrentado en el suelo. Jiang Yu, temblando, miró a Ji Sifeng y no pudo mantenerse en pie: "Ji Sifeng, tengo miedo."

"Te puedo abrazar. No llores."

"Ji Sifeng, te odio tanto."

"Mm." Ji Sifeng lo levantó y lo llevó a la sala. En ese momento, la luz regresó. Se sentó en el sofá y comenzó a masajearle las piernas. Sus anchas espaldas y fuertes líneas se perfilaban bajo la camisa empapada. No dijo nada mientras lo masajeaba.

"Ji Sifeng, ya no tengo hogar. Llévame contigo, ¿sí?"

Ji Sifeng, sorprendido por un momento, lo abrazó y se lo llevó, como si quisiera esconderlo.

"De acuerdo," dijo Ji Sifeng.

La lluvia torrencial en la noche parecía asfixiante como un lodazal.

El abrazo de Ji Sifeng era cálido.

Jiang Yu podía escuchar claramente el latido del corazón en su pecho, sintiendo su intensidad. A pesar de la fuerte lluvia, Ji Sifeng no permitió que una sola gota tocara a Jiang Yu.