El pequeño duende del jefe paranoico es muy bueno actuando como un mocoso mimado

Capítulo 12: ¿vas a hacer trampa?

En este momento, hasta el corazón más frío no podría enojarse con esas palabras.

Ji Sifeng estaba algo frustrado. Jiang Yu había sido intimidado en la escuela, ¿cómo podía enojarse con él?

Jiang Yu mordía su labio inferior, que estaba rojo y parecía una gelatina suave y translúcida.

Ji Sifeng apartó la mirada de sus labios, recordando el dulce beso de la noche anterior, y su garganta se secó un poco, aunque pronto ocultó ese sentimiento. Con paciencia, dijo: "No estoy enojado, solo..."

Solo preocupado por ti, dolido por ti.

"¿Solo qué?" La voz de Jiang Yu era suave mientras se acercaba a él, obligando a Ji Sifeng a mirarlo.

Ji Sifeng le acarició la cara, respiró hondo y dijo con voz grave: "Solo que mi abuelo me pidió que te cuidara bien, así que no puedes lastimarte. Me preocupa no poder cumplir con mi promesa a él".

Para la familia Jiang, Ji Sifeng era casi considerado un nieto por el abuelo Jiang.

Algunas cosas las guardaba en su corazón, sin decirlas en voz alta.

La voz de Ji Sifeng, profunda y melodiosa, y sus pestañas temblaban ligeramente. Aunque su mirada seguía fija en Jiang Yu, trataba de aparentar distancia. ¿De verdad pensaba que él no recordaba lo que pasó anoche por estar borracho?

Jiang Yu alzó la cabeza para mirarlo, observando su mandíbula afilada y su nariz prominente...

¿Por qué no se dio cuenta en su vida pasada?

Ji Sifeng era increíble, ¿no era este el hombre perfecto? Un alfa de ensueño.

A sus veinticinco años, había alcanzado el éxito en su carrera, un equilibrio entre juventud y madurez. Su corazón amable estaba oculto tras una fachada fría, con un toque de ferocidad en sus ojos, propio de un hombre de negocios. Su cabello, tanto suelto como peinado, mostraba dos estilos diferentes. Con una altura de 1,89 metros, podía ser tanto un lobo como un cachorro. Y lo más importante, en su corazón, veía a Jiang Yu como su tesoro, dispuesto a darle todo el dinero del mundo...

La mirada intensa de Jiang Yu hizo que Ji Sifeng levantara ligeramente una ceja, pero no volvió a mirarlo.

De lo contrario, no podría resistir el deseo de besarlo.

Lo de anoche... él debería haber estado borracho y no recordarlo...

De lo contrario, ¿cómo podría explicarlo?

Como un hermano mayor, tener esos pensamientos sobre él, alguien con quien creció, seguramente le resultaría repugnante.

La actitud de Ji Sifeng era fría, lo que Jiang Yu encontraba desconcertante.

Anoche lo besó tan apasionadamente, ¿y hoy con su traje actúa como un caballero?

"Por ahora, no vuelvas a la escuela."

Ji Sifeng lo dejó en un apartamento frente a la escuela y le dijo que se bajara del coche.

Luego, estaba a punto de indicarle al conductor que se fuera. Jiang Yu asintió, pero no quería que Ji Sifeng se fuera tan pronto...

"¡Ay!" Jiang Yu retrocedió un paso, cojeando un poco.

"¿Qué pasa?" Ji Sifeng salió inmediatamente del coche, visiblemente preocupado.

Jiang Yu se apoyó en su pecho, su aroma a jazmín emanaba involuntariamente: "No sé... me duele la pierna".

Cuando cayó en la escuela, la chapa de una silla rota le cortó el muslo, y aún no sabía la gravedad del corte.