Blood Crisis

Parte 4

- Quiero que conozcas a alguien antes de que te marches.

Se desperto de golpe, Diego agitando su cuerpo. La trenza con la que habia dormido estaba deshecha, la ropa era la misma que la de ayer, y el día anterior, sudor seco pegandose a su piel.

- ¿Tiene que ser ahora?- Preguntó, las calles todavia iluminadas por las farolas. No podia ser antes de las seis de la mañana.

- Si, tiene prisa y solo tiene hasta el amanecer para poder conocerte. Vamos recoge tus cosas- Diego gesturaba a la manta y chaqueta de ella.

Empezo a organizar sus pocas posesiones en su mochila y los bolsillos de la chaqueta. La manta era del centro pero la guardo igualmente en la mochila, ella lo necesitaria y siempre habia mas mantas en el centro. La bufanda era algo necesario en Seattle durante el invierno pero sobretodo a estas horas. Sabia perfectamente el frio que hacía afuera.

- ¿quien es esta persona que tanto quieres que conozca? - Diego estaba tambien recogiendo sus posesiones, chaqueta y guantes ya puestos.

-¿recuerdas a Riley? ¿del que te hablé? él es quien nos consigio el apartamento y gran parte de la comida - Si, Diego no paraba de hablar sobre ese tal Riley - quiero que veas como tenemos todo antes de que te vayas, a ver si puedo convercerte.

Salieron a la fría calle, ya echaba de menos el calor de su sueño. Diego la guió por varios callejones, al menos estos cortaban parte del viento, habia escondido su largo pelo debajo de la bufanda pero los cortos mechones que se escaparon se dedicaban a golpear su cara. Diego seguia caminando, alto y como si el frio no le afectase. En cambio el frio se colaba entre la chaqueta de ella y la congelaba, tan solo deseaba que llegasen a donde este "Riley" y el resto estan de una vez y poder quitarse este frio.

- estamos ya cerca- Digo Diego con una sonrisa. Siguio caminando, entrecerrando los ojos a forma de protegerse de el frio.

Siguieron caminando y caminando, el sueño intentaba que se parase pero el frio hacía que siguiera a delante, con miedo de que si se parase, esta se convertiria en un cadaver congelado.

- es aqui

Lo primero que pudo notar fue la falta de calor, era como si el lugar estuviera muerto pero podia ver que estaba llena de otros jovenes como ella, todos rondando los 16 o 18 con caras largas y con hambre.

- ¿Has traido a una nueva? - dijo uno de los chicos mas pequeños, mediria 1,60cm, poco menos que ella.

- Metete en tus asuntos Raoul. - respondió Diego. La guio a una parte más profundo dentro del frio apartamento.

Era un frio extraño, las ventanas estaban todalmente tapadas y no habia corrriente, tenían buena insulacion pero era como si nada estubiera dentro que lo calentase. Vió a más jovenes palidos y delgados, ninguno llevaba la ropa suficiente como para sobrevivir en este clima, la sorprendió la falta de mantas y otros objetos, este aprtamento estaba casi vacio en cuanto a cosas

Niños de la calle no suelen tener mucho

Se giraban a verla, una chica que parecia mas joven que ella la miro con la misma mirada hambrienta que Diego portaba en el centro, negra y oscura. Un chico a su lado la golpeo en el brazo y esta dejó de mirarla. Todos la miraban de forma malamente disimulada.

Llegaron al final del apartamento, un joven bello estaba sentado en una de las pocas sillas que habia.

- Esta es de quien te hable, Riley - Diego gesturaba a ella. Tenia tambien esos ojos negros, totalmente azabache.

- Diego nunca me digo tu nombre, ¿como te llamas?- preguntó el joven, Riley

- Bree. Me llamo Bree Tanner. -dijo debilmente

- Hola Bree - sonrió Riley- ¿quieres una hamburguesa?