Capítulo 5 🍎

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Los  bocadillos ahora fueron devorados, principalmente por Adán. Mientras se relajaban en el vestíbulo, Lucifer y Vaggie conversaban sobre Charlie y recordaban sus respectivas experiencias pasadas: La época de Vaggie como exorcista y el reinado de Lucifer como gobernante del infierno.

Intercambiaron historias, compartieron anécdotas y puntos de vista sobre la educación de Charlie y sus roles en su vida. A pesar de sus diferencias, descubrieron cosas en común en su dedicación al bienestar y la felicidad de Charlie.

Mientras tanto, Adán, reclinado en el sofá cercano, escuchaba distraídamente su conversación con medio interés mientras ocasionalmente decía comentarios sarcásticos o historias humorísticas propias. A pesar de su comportamiento distante, había un destello de curiosidad en sus ojos al observar la interacción entre Lucifer y Vaggie.

ꟷEntonces, así fue como te cruzaste con mi hija ꟷcomentó Lucifer, mostrando un nivel de calma hacia el pasado de Vaggie como exorcista que la sorprendió.

ꟷ¿No estás molesto?

ꟷBueno, ambos estamos decididos a ayudar a Charlie ꟷrespondió pensativamente, su mirada flotaba hacia el techo como si contemplara su misión compartidaꟷ Supongo que estamos juntos en esto, trabajando para lograr nuestro objetivo de garantizar su felicidad y bienestar. Además, ella está feliz contigo y no me atrevería a quitárselo.

Vaggie le devolvió una sonrisa a sus palabras, apreciando su sentimiento y la solidaridad que compartían en su compromiso con Charlie. Compartieron un momento de comprensión y silencio.

Adán, siempre disruptivo, tosió desagradablemente a propósito, rompiendo la paz del momento de manera deliberada. Su expresión era de fingida inocencia, claramente disfrutando de la molestia que causaba mientras se recostaba en el sofá, con una sonrisa en sus labios.

ꟷEntonces, todas las tareas del hogar están hechas, ¿puedo irme ahora? ꟷbromeó Adam, ansioso por ser liberado de sus deberes.

ꟷBueno, sí y no. ꟷrespondió Lucifer con una sonrisaꟷ Vaggie es libre de irse, pero tú ꟷseñaló a Adánꟷ me ayudarás a clasificar el papel que acabo de teletransportar al cuarto de almacenamiento.

Fingió inocencia y a cambio disfrutó de la oportunidad de burlarse de Adam.
ꟷ¡¿Qué?! ¿Por qué no pudiste hacer magia con eso también?

Adán protestó, encontrando irrazonable a Lucifer.

ꟷBueno, podría, pero ese es tu trabajo, no el mío. Sin embargo, te ayudaré, así que no te preocupes ꟷle aseguró Lucifer, intentando suavizar el golpe de la tarea adicional. Miró a Vaggie, que ya estaba empezando a irse, y añadió: ꟷMe debes una por sacarte de ese lío antes.

Adán puso los ojos en blanco y murmuró en voz baja: ꟷSiempre me llevo la peor parte.

Pero a regañadientes siguió a Lucifer hasta el almacén, resignado a su destino.

Cuando Lucifer y Adán entraron a la sala de almacenamiento, sus bromas llenaron el aire, un divertido intercambio de golpes y réplicas. Sus voces resonaron en las paredes a medida que avanzaban hacia el espacio poco iluminado, el olor a papel viejo y tinta los envolvía. Adán no pudo evitar notar la forma en que los ojos de Lucifer parecían brillar en la poca luz, un destello de algo ilegible bailando en sus profundidades.

Mientras trabajaban uno al lado del otro, clasificando las pilas de papeles, su conversación viró inesperadamente hacia el fantasma del pasado. Las bromas familiares dieron paso a un tono más reflexivo mientras profundizaban en recuerdos enterrados hace mucho tiempo.

ꟷBueno, nos atraparon por tu curiosidad ꟷbromeó Lucifer.

ꟷ¡Por supuesto que tenía curiosidad! Yo fui el primer hombre, era TU trabajo mantenerme bajo control ꟷacusó Adam, aunque había un dejo de diversión en su voz.

El lucero de mi amanecer [Apple of my eye]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora