Lust (Taejin +21)

Dueño

Taehyung

Este lugar Heaven, es donde puedo ser yo mismo, donde me puedo liberar cada semana de lo atado que me tiene la sociedad, el trabajo, la tonta mujer que es mi prometida, las cosas cotidianas, la maldita monotonía.

Aquí puedo elegir, puedo hacer cualquier cosa sin ser señalado, y aunque no me importa mucho, no quiero lidiar con esas miradas de repudio y horror.

Que ellos piensen que soy el ciudadano ejemplar.

—Buenas tardes señor Kim —una empleada recoge mi chaqueta —¿lo mismo de siempre?

—Si.

El lugar tenía una fachada pulcra, preciosa, un lugar de masajes, para gente de dinero. Lógico que había el servicio y era de lo mejor, pero jamás venia por ello, caminaba hasta el salón solo, de ahí un pequeño elevador me bajaba a un sótano donde tus más grandes deseos eran complacidos.

—Buenas tardes, por aquí señor Kim.

El interior del sótano era completamente rojo, las paredes, la iluminación, las puertas. Solo las habitaciones por dentro cambiaban de color, blanca, negra o gris, según el gusto de cada cliente.

El área de selección también era en tonos azulados, me encantaba el enorme cuadro que tenían, le daba un toque más inusual.

—Aquí esta lo que llego.

Mire los rostros de las mujeres frente a mi, todas eran simples, sin nada.

—Son horribles —Suspire sobando mi sien —cualquiera estará bien.

Me estaba levantando del sofá, cuando un lamento con suplica se escucho.

—No, por favor, por favor, yo no hice nada.

El chico se arrastrada tratando de no ser llevado por las cadenas que llevaba en las manos, las lágrimas cubrían sus rostro, la expresión de terror, de dolor, de angustia, todo eso lo hacía lucir aún más bello.

Nunca había visto un ser humano tan hermoso.

—Espera.

Sus captores se detuvieron.

—¿Es nuevo?

—De todo señor, pero es varón.

—No te pregunte eso, ¿es nuevo?

—Si.

Tome mi cartera y les di mi Black card.

—A mi habitación.

—Esta bien, solo espere unos minutos en lo que lo aseamos un poco.

Me puse en cuclillas y tome su rostro, es demasiado joven, la inocencia aún existe en su mirada.

—¿Tu nombre?

—Seokjin, Kim Seokjin.

—Hola Jin, soy Taehyung tu nuevo dueño.