El día comenzó a desvanecerse, dejando paso a la noche en la imponente mansión donde residían los hermanos Sakamaki. Evelyn decidió que era el momento de conocer más a fondo a cada uno de ellos. Había algo intrigante y oscuro en cada hermano, y su curiosidad por desentrañar esos misterios era innegable.
Después de un día tranquilo, Evelyn decidió explorar la mansión y se dirigió hacia el salón principal, donde encontró a Laito, recostado despreocupadamente en un sofá. Laito, con su habitual sonrisa traviesa y mirada juguetona, la invitó a acercarse.
—Eve-chan, ¿te has perdido? —preguntó Laito, con su tono característico de burla.
Evelyn sonrió y se sentó a su lado, manteniendo una actitud relajada.
—No, Laito, solo estoy explorando. Pensé que sería una buena idea conocerlos mejor —dijo ella, mirándolo directamente a los ojos.
Laito se inclinó hacia adelante, sus ojos verdes brillando con malicia.
—¿Conocerme mejor, eh? Eso suena divertido. ¿Qué te gustaría saber, Eve-chan? —preguntó, con un toque de provocación en su voz.
Evelyn, manteniendo la compostura, respondió con calma.
—Me gustaría saber qué te divierte tanto, Laito.—dijo, observando cada uno de sus gestos.
Laito se rió suavemente y se acercó un poco más.
—La vida es demasiado corta para no divertirse, incluso para nosotros. Me divierte todo lo que es bello y emocionante. Y tú, Evelyn, eres ambas cosas —dijo, dejando caer una insinuación en su tono.
Evelyn notó la naturaleza coqueta de Laito, pero decidió seguir adelante con la conversación.
—Gracias por el cumplido, Laito. ¿Y qué tipo de diversión prefieres? —preguntó, tratando de profundizar un poco más.
Laito sonrió ampliamente.
—Me gusta jugar, Eve-chan. Los juegos son mi vida. Pero no todos mis juegos son inocentes, tenlo en cuenta —dijo, con una sonrisa que prometía tanto placer como peligro.
Evelyn rió suavemente, disfrutando del intercambio verbal.
—Tendré cuidado, entonces. —respondió ella, manteniendo el contacto visual.
Antes de que la conversación pudiera continuar, Evelyn sintió una presencia y se volvió para ver a Shu, el mayor de los hermanos, de pie en la entrada del salón, observándolos con su habitual desinterés.
—Shu, ¿te unes a nosotros? —preguntó Evelyn con amabilidad.
Shu suspiró y caminó hacia un sillón cercano, dejándose caer en él.
- Un chico de pocas palabras - Dijo Evelyn con un tono juguetón - Me gusta
- Y dime Eve-chan, ¿Qué mas te gusta? - dice Laito acercándose cada vez más, hasta rosar su nariz con la de la chica, quien solo lo miraba con diversión.
Antes de poder responder fue interrumpida por un grito ahogado que resonó en el pasillo.
- Vaya parece que se están divirtiendo con bitch-chan - dice riendo- Creo que deberíamos divertirnos nosotros también, ¿Qué opinas Eve-chan?
Eve cerro sus ojos - Ayato y Subaru están alimentándose de Yui, hace mucho que no olía sangre fresca - Al abrir sus ojos se veían aun mas brillantes, dejando fascinado a Laito.
- No tienes miedo
Soltando una pequeña risa, comienza a subir su mano hasta su cara y acariciarla un poco - No hay ninguna razón para tenerles miedo - dicho esto se separo, dejando al vampiro fascinado.
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Sombra de Luna (+18)
FanfictionEn el corazón de la imponente y ancestral mansión Sakamaki, seis hermanos vampiros viven bajo la sombra del poderoso legado de su padre, el Rey de los Vampiros. Unidos por la sangre y el destino. Shu, Reiji, Laito, Kanato, Ayato y subaru. Si con la...