Una lucha sedienta

¿Un agradable pueblo?

"El corazón siempre va a querer volver a esos brazos, donde se sintió más vivo  y menos roto."

-Comencé a limpiar lo que me condujo a una habitación donde al abrir la puerta se ven unos lienzos en blanco pero uno en especifico esta puesto en un trípode con algo escrito.

"Para Elizabeth. Hija te extraño, se que nunca te diste cuenta, pero te visite aunque nunca te llamé fue cuando descubrí que tuviste a mi nieta y que también heredó mi talento para pintura y dibujo,  me hubiera encantado conocerla mas como suena su voz, pero con verla y verte a ti esta bien, me reconforta saber que estás bien, se que mi nieta va heredar esta casa como mi talento espero que lo disfrute con amor tu madre."

-También te dejo un carta, ¿será algo de familia? Entonces eso es para mi, gracias abuela. 

Aunque dejó todo un lugar para poder pintar y dibujar también dejó un bellos cuadro pintados con maravillosas vistas, me resultó curioso que dejó un mancha borrosa escondida entre árboles.

- Que extraño... de tanto limpiar llego la noche y el cansancio tal vez debería ir a dormir.

En mi sueño, apareció un hombre apenas se le podía ver pero me miraba fijamente. Tal vez mi sueño fue demasiado largo que no sentí la noción del tiempo cuando un sonido de un timbre me despertó y siguió insistente.

- ¿Buenos días?

-Ah, que bueno pensé que no había nadie, hola buenos días soy tu vecina quise venir a darte la bienvenida y te traje un postre, espero que lo disfrutes, y bienvenida al pueblo.

- Muchas gracias por el postre y la bienvenida.

- Y...?

-Y... -exclama curiosa- quiere pasar?

-Ah, muchas gracias, la señora que antes vivía en esta casa jamás recibió visitas -dice observando el lugar- wow es hermosa, era un señora muy reservada muchos fuimos a su funeral por amabilidad era cercana a usted?

-Es...era - dice sirviendo un taza de café- mi abuela.

- Ah - queda estupefacta- lo siento no sabia, mire la hora tengo... debo...muchas gracias por recibirme, es muy hermosa su casa.

- Que le vaya bien, buen día -dice mientras cierra la puerta- necesito aire.

Se cambia y sale al bosque.

- Esta tan verde, tan lleno de vida, entiendo porque la abuela le gustaba pintar este lugar.

Mientras camina de espalda viendo el cielo choca con una persona.

- Oh, lo siento, no fue mi intención. - se da la vuelta- 

- Esta bien, no se preocupe yo estaba distraído. - contesta con frialdad- 

- No,  fue mi culpa estaba viendo el cielo y estaba de espalda, creo que fue mi culpa.

- No está bien.

-Lo siento, es que no lo cautiva tanta belleza a su alrededor - expone mientras observa el cielo se voltea y se da cuenta que el hombre ya no está- creo que estoy hablando sola.