°˖❀_Three Tournesols_❀˖°

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Ya era un día nuevo para cuando Freminet se levantaba de su cama, habiendo descansado bastante bien en la posada donde se quedaban por su visita temporal en Liyue.

- arriba hermanito, tenemos trabajo por hacer - le alentaba el culpable de que se estuviese levantando tan temprano, sacudiendole la maraña que era su cabello rubio cuando se despertaba - Lynette ya está afuera tomando té y esperándonos, seguro no querrás partir con el estómago vacío - continuo charlando, siento tan animado como siempre sabía serlo.

No le quedó de otra más que sobarse los ojos y sacarse las sábanas de encima, sentándose en la cama donde estuvo durmiendo para meditar un poco sobre el día de ayer, mientras que Lyney se desvanecía tras la puerta de la habitación.

Vino a su mente el recuerdo de aquel muchacho con el que se topo durante el rito de la linterna, pareciendo un alma despampanante y enérgica que, no sabía hacer otra cosa que no fuese exhudar alegría y una sonrisa.

Recordaba el ayudarle a llegar hasta una farmacia importante de la ciudad, donde una pequeña niña extraña con un talisman en su frente le fue a atender, provocando que se despidieran en la salida de aquel sitio sin siquiera... decir su nombre.

No sabía su nombre o como se hacía llamar, y tiempo para preguntarle no tuvo, ya que en esos momentos justamente fue a encontrarse con sus hermanos preocupados por su paradero, terminando los mismos exhaustos de buscarle por media ciudad y encontrandolo a las escaleras de dicha farmacia.

Volvieron al rito, comieron diferentes aperitivos de llamativos puestos que le hicieron hasta doler los ojos, y volvieron a la posada ya cansados y satisfechos para descansar.

Miró a un lado tras soltar un suave suspiro, captando a Pers y dejando escapar una sonrisa de entre sus labios para que luego su mano se viera posada sobre la cabeza del pingüino, dándole caricias.

- era un chico increíble el de anoche, ¿verdad, Pers? - susurró, recordando toda la experiencia del baile con una sonrisa poco habitual en su persona. Tan solo hacerle en su memoria le transmitía un cálido sentimiento bastante pacífico - espero que su tobillo esté bien - murmuró solo poco después, alcanzando sus botas para ponerse las mismas, preparándose para lo que le esperara de ese día.

Desayunó con sus hermanos tan calidamente como siempre que se tomaban un viaje, teniendo a Lynette cepillando el cabello de Lyney mientras este mismo hablaba sobre lo que tenían que hacer ese día o como proceder en su misión. Solo estaban en Liyue por negociaciones... por lo que en mayoría de sus servicios no eran necesitados, así que prácticamente estaba allí bajo el convencimiento de Lyney a Padre para que les acompañase en lo necesario.

Al finalizar la mañana, ya estaban una vez más visitando las calles de la Gran y colorida ciudad, siendo más deslumbrante que por la noche, pero tan animada como lo era en dicha fiesta tan grande com toques de tambores y linternas. Le basto el pasar cerca de los muelles de barcos cargueros para poder apreciar la deliciosa brisa que traía el mar, provocando que sostuviera su sombrero sobre su cabeza mientras se le escapaba una sonrisa inconsciente, amando el ligero olor salado que inundaba sus fosas y parte de su paladar.

Ah... realmente amaba el mar

- es bastante hermoso por la mañana, ¿no es así? - escuchó de repente cerca suya, poniéndole eso alerta y obligandole a girar en busca de esa voz.

*' ● 🌻 𝕮𝖍𝖆𝖒𝖕 ᵈᵉ 𝕿𝖔𝖚𝖗𝖓𝖊𝖘𝖔𝖑𝖘 🌻 ○ ▪︎*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora