CARNIVAL - Binchan

four.

Las cosas se habian alargado durante la noche, si el espectáculo empezaba a las diez y acababa a las doce, las cosas debieron haberse puesto muy interesantes como para que ya fueran a dar las dos de la mañana.

– ¡Bangchan, papi! – Los jovenes universitarios estaban hundidos en el alcohol, despues de el show que les dio Changbin poniendole un condón al pene de Bangchan, las cosas escalaron un poco muy rapido.

– Mierda, estás demasiado bueno. – El cenizo pasó un lenguetazo por el cuello del mayor.

– Quitate Han, yo lo quiero manosear primero. – Hyunjin le dio un pequeño empujon a su amigo para poder acariciar la fornida espalda del pelinegro y sus abdominales.

¿Qué estaba pasando?

Bueno, a peticion del publico, los protagonistas del show bajaron de la plataforma para así ser el postre de mesa de cada grupo, o mejor dicho, el plato fuerte; se dejaban tocar y hacer lo que los invitados quisieran, pero claro, nada que sobrepase un par de besos y caricias.

Por ejemplo, el trío de universitarios decidieron empapar el cuerpo sudoroso del pelinegro en alcohol y ellos tomarse el lujo de lamerlo y tocarlo sin parar, todo con el consentimiento del mencionado protagonista.

Mientras Jisung y Hyunjin peleaban por quien iba a lamer un par de gotas de tequila que yacian en la espalda del mayor, Changbin parecia demasiado entretenido dejando humedos besos en el cuello y clavicula del pelinegro.

– ¿Por qué no dejas eso en paz y besas mis labios? – Bangchan tomó el mentón del cenizo para que lo mirara en vez de concentrarse en algo más.

Aquel joven lo miro atonito, sin saber si moverse o no. – Pero... ¿No está contra las reglas? – Changbin se preocupaba más porque lo sacaran del club que por pasarla bien, por eso era más que cuidadoso para no dar pasos en falso.

– No si soy yo quien te lo pide, sé que has querido tenerme así desde que me viste... ¿Por qué no aprovechar? – El pelinegro acortaba la distancia entre ambos rostros de una manera muy sigilosa.

– Pero Han y Hyunjin están aquí... – Seo se desconcentro ante la tentación del pelinegro.

– Están lo suficientemente borrachos como para reclamarte o siquiera recordarte lo que va a pasar, así que adelante, no dejaré que nadie nos detenga. – Y el beso finalmente se formó.

El cenizo tomó lugar en las piernas del mayor cuidando en no aplastar su ereccion, pero si alterarla, con sus manos alrededor del cuello del pelinegro mientras el último se aferraba a la pequeña cintura de este, enterraba sus uñas sobre su camisa y no daba indicios de dejarlo ir. Estaban sumergidos en los labios del otro, se movían en armonía y sus lengua no tardaron en luchar por quien obtenia un mejor puesto, el chasquido de sus bocas era lo unico audible para ambos; ante los sentidos de Changbin, estaba más concentrado en mover su cadera que en la guerra entre sus lenguas que habia acabado, dejando victorioso al pelinegro. Seo solo podia alinear y desalinear el miembro libre de Bangchan mientras el último jadeaba y maldecia a lo bajo, también halagaba los buenos movimientos del cenizo, parecia que el mundo desaparecia con cada roce de sus cuerpos. Todo fue excesivo hasta tal punto en el que ambos tuvieron que parar por falta de aire y no por el anuncio proveniente de las bocinas.

– "Repito, el show debe acabar, todos a sus lugares." – Seo, tras escuchar eso, solto un quejido de negacion.

– No creo que nos salvemos de esto. – Rio Bangchan. – Nos vemos en quince en el camerino, no te vas a librar de mi tan fácil. – Susurro el mayor contra el oído del bajito.