-Un mar de sentimientos -

𝟒. 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐏𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

Me gustaba salir afuera cuando el clima estaba templado y el aire chocaba conmigo. Era un sentimiento de tranquilidad y libertad. Además se sentía como un momento largo y increíblemente solo, amaba estar sola. Me gustaba estar sola, no sentirme sola. Existe una diferencia aunque no parezca. Que me guste estar sola es pasar momentos conmigo misma pero aún así tener a las personas que valen a mi lado. Sentirme sola es como no tener a nadie aunque estén a mi lado físicamente. Era algo muy cansado y consumía tu alma muy rápido. Por suerte no sentía que volvería a pasar por eso.

Siempre trataba de tener una sonrisa conmigo porque me gustaba pensar positivamente. Trataba de ver lo mejor y actuar de lo mejor aunque eso no me hacía mejor persona. Simplemente lo hacía para estar en paz conmigo misma.

Como el hogar estaba literalmente a la esquina del kiosco no tuve que caminar tanto. Luego de comprar lo que me pidió Pato y mi chocolate me senté en la banqueta al lado de la tienda y me puse a leer otro libro que traje secretamente. El libro que previamente había leído se lo deje a Pato pero conociéndola se pudo haber quedado dormida. Se dormía mucho en los lugares llenos de paz, quería que siguiera sintiendo esa paz así que iba a estar un rato leendo acá. No era mi primera vez, además así aprovechaba el clima.

Estaba sumergida en el libro ya que de verdad me encantaba leer. Era muy divertido aunque aveces leía cosas que me dejaban con algo indescriptible en el pecho. Normalmente no pegaba atención a mi alrededor cuando leía así que esta vez era lo mismo.

Matías: ¡Lily!- me llamo a lo que inmediatamente giré y vi a Matías viniendo hacia mi. Me saludaba mientras sonreía.

Aún no era hora para la fiesta pero de seguro venía para pasar un rato con Jimena. Ciertamente si me daba pena como Jimena lo seguía rechazando, pero también la entendía. Era su decisión y no quería meterme. Prefería ser espectadora como siempre. Me divertía más. Cuando tienes esa mentalidad te das cuenta de todo muy rápido, y nunca te aburres. Es como salir de compras con una tarjeta que no es tuya y que no te hagan o digan nada.

Matías: ¿Porque no estás en el hogar?- me pregunto llegando más cerca de mi y sentándose a mi lado.

Lily: No parece un hogar, todos están un poquito ocupados con la fiesta. Ya sabes. - le sonreía mientras hablaba sarcásticamente.

Matías: ¿Y...Jimena?- me pregunto penoso mientras se sonrojaba. Que tierno, apoyaba con todo mi corazón a esta pareja. Me sentía como una chica en un cine viendo una película de romance llena de palomitas y el mejor puesto de todos.

Lily: Esperando por ti- decidi molestarlo un poco más.

Matías: Ojalá fuera así- dijo todavía con una sonrisa pero frunciendo sus cejas. Se veía tan débil así. ¡Esa Jime! Tenía un golden retriever con ella.

Lily: No te desanimes, sabes lo mucho que le importas a Jime. Es más deberías ir con ella ahora mismo. La última vez que la vi, estaba colgando una luces. Capaz y necesita ayuda con eso- si quería que tomara mi consejo y pudiera pasar un momento con Jime pero también quería que se fuera y yo pudiera seguir leendo.

No le iba a decir"¿Matías te quieres ir?, Es que estoy disfrutando mi momento de paz". Una de mis artes era deshacerme de las personas amablemente sin que se dieran cuenta. Que podía decir si te dan algo que vale aprovéchalo.

Matías: Bueno, me voy. Que disfrutes. ¡A cierto! Si viene Barra dile que me fui al hogar, nos vemos luego- comenzo a irse emocionado con la idea de encontrarse con Jime.

Lily: ¡¿Barra?!- susurré sorprendida. ¡Acaso iba a conocer a Barra! Pero... ¿Porque demonios yo?

Se que había dicho que no me metía en las situaciones románticas de otras personas pero si había una cosa que quería hacer. Y eso era hacer que Pato y Barra se reencuentren. Sabía que ella no quería nada más que ver con el, pero si hablaban podían quedar en buenos términos y así Pato no se tormentaba mas con sus recuerdos de él. Hasta podían arreglar todo y volver con su amor. Pato me contó lo bonita que era su relación ante de que se arruinara así que quería verlo por mi misma.