1. Dos miradas, un sentimiento

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Un día tranquilo, fin de semana, que lindo día para comenzar una historia de amor, no? Pero una historia feliz, o triste? Unos amigos que se conocieron por mucho tiempo se aman, pero de que manera? Románticamente? Como sucederá su amor? O simplemente es una amistad muy amena.

Pato: Dejate de reírte, no es divertido- exclamó la castaña haciendo un puchero medio enojonada pero a la vez con ganas de reírse.

Roña:Tranquila, quédate tranquila y no te pasará nada, veras que calmada todo es mejor- sonrió arrogantemente al ver la expresión de su compañera. Le encantaba ponerla de nervios.

Pato: Será posible que algún día dejes de ser tan, tan- parecía buscar la palabra correcta para describir al rubio que se encontraba a su lado.

Roña: Tan que?- se apego a Pato arrodillandola contra la pared.

Le encantaba sentir que tenía control de la situación. La mayoría de las veces tenía el control pero con tal chica era un poco diferente.

Pato: Tan molesto, y tan patetico- se levantó un poco hasta quedar a la altitud suficiente para apegarse tanto a Roña que sentían su respiración.

Roña: Y muy atractivo sin negarlo- siguió sonriendo aclarando más su voz y requiriendo un tono más varonil.

Pato: Claro mientras no sea arruinado por un montón de estupidez- empujó a Roña por el pecho juguetonamente.

Roña: Y ahora quien insulta? - se quejó falsamente mientras clavaba su mirada en Pato.

Pato: No te estoy insultando nene, nos vemos luego necesito ir a hacer unas cosas importantes para mejorar el desastre que causaste.

Roña: Y que esperabas? Es mi especialidad, princesa- Pato se volteo por última vez a hecharle una ojeada a Roña y se marchó dejando la puerta media abierta.

Narra Pato*

Por dios porque siempre es tan molestoso pero a la vez me encanta. En fin debería de estar enojada por lo que hizo. Siempre se metía en problemas, y la mayoría del tiempo era yo quien los resolvía. Obviamente eso no me gustaba para nada. Ash! Pero con el nunca sabía bien lo que sentía. Que haya arruinado mi vestido me enojo mucho pero fue tan divertido ver como se resbaló y terminó en el piso.

Se vio tan lindo lamentándose por el gran golpe que se dio, pero lo importante era mi vestido. Tal vez encontraría otro momento para sentir ternura por el. Ahora no.

Iba a buscar a la persona indicada que me ayudaría sin problemas. Mimi era la indicada, claramente primero me preguntaría como sucedió dado su forma de curiosear por todo. Igualmente ella me ayudaría y si me apresurada tal vez me escapaba de ella sin darle muchas explicaciones.

Lily- Ahh Pato, justo te buscaba, sabes donde está Roña? Lo llevó buscando desde hace rato y el maldito simplemente no se aparece- parecía molesta, además casi siempre estaba molesta con Roña.

Era algo normal o al menos muy común entre ellos. O más bien normal de Roña que por alguna razón hacia que todas las chicas se enojaran con el. Igual todas y todos lo querían.

Lily- Pero espera, que demonios le pasó a tu vestido?! - examinó mi vestido con la mirada- Roña? - pregunto con seguridad que parecía que me acababa de leer la mente.

- Ya sabes es su poder, logra fácilmente arruinar todo, digamos que es el tipo de un desastre andante- gire los ojos riendo junto a Lily.

Lily- Entonces supongo que esta en el cuarto de las chicas no? - retomó su búsqueda por Roña, asenti y rápidamente comenzo a subir que en unos momentos la perdí de vista.

-Un mar de sentimientos -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora