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¿Cuándo dejó de tener sentido?

Yuji tomó como propias las últimas palabras de su abuelo y las convirtió en su mantra "Yuji, eres un chico fuerte, así que ayuda a la gente." su abuelo las dijo con la finalidad de que cuando muriera, al menos tuviera alguien a su alrededor, en ese momento , una parte de él quiso replicar con un '¿Y yo que? ¿Acaso no cuento?.' Pareciese que para su abuelo el que él estuviera a su lado no era suficiente, quería hacer un berrinche como los que su abuelo soportaba cuando tenía 7 años. Pero reprimiendo el nudo que se le hizo en la garganta, guardando su desacuerdo para sí mismo, decidió honrar la petición de su abuelo. 

Entendía el porque su abuelo le pedía ayudar a los demás, después de todo Yuji era alguien que nació con una fuerza sobrehumana, pero no sólo era su fuerza física la que contaba. Lo demostró después de la muerte de su abuelo, el roce con la muerte de sus senpais, el consumo de los dedos de Sukuna y la sentencia de muerte que pesaba sobre su cabeza. Itadori Yuji tenía una fuerza física evidente, pero su fuerza interior, su espíritu, era aun mayor, era alguien que se enfrentaba a cada desafío con una sonrisa en el rostro, ocultando las dudas y soledad que abundaban en él.

Era fácil para Yuji sacrificarse por los demás. Su naturaleza altruista lo impulsaba a proteger a los inocentes e ignorantes del mundo jujutsu, incluso a costa de su propia vida. Pero al borde del abismo, se enfrentó a una cruda realidad: su existencia estaba marcada por la presencia de Sukuna, el rey de las maldiciones.

Yuji no lo sabía pero en el momento en que consumió el dedo de Sukuna en esa azotea, 'su' vida dejó de ser suya por completo. Su vida quedó irrevocablemente ligada a la de Sukuna y cada paso que daba, cada decisión que tomaba, estaría teñida por su oscura presencia.

Así que se preguntá ¿Cuándo dejó de tener sentido? ¿Fue cuando consumió el dedo de Sukuna? Tal vez fue cuando en lugar de morir ese día en el penitenciario, de manera egoísta hizo un voto vinculante con Sukuna, o quizás fue cuando no pudo ver la falta de fe en la humanidad que se gestaba dentro de Junpei, puede que haya sido cuando ocurrió toda la catástrofe de Shibuya y toda la ciudad se vio sumida en caos.

En realidad, podría ser que todo dejara de tener sentido desde antes de que él naciera, cuando Kenjaku decidió crear una nueva línea de sangre dentro de la familia Itadori al reencarnar el alma del gemelo no nacido de Ryomen Sukuna, cuando su padre decidió que era buena idea casarse con una misteriosa mujer con una cicatriz gigante en la frente, cuando 'su madre' se embarazó accidentalmente y decidió que el producto de ese embarazo, él, sería una perfecta nave para traer de regreso al Rey de las maldiciones, para devolver la era dorada de las maldiciones a la tierra.

O tal vez Yuji simplemente estaba buscando más culpables que no fueran él mismo.

Pero en realidad, podría ser que Yuji sabía la respuesta. Que todo dejó de tener sentido en el momento en que sintió la presencia de Gojo Satoru, en el momento en el que se permitió tener una pizca de esperanza, para que cayera en el fondo de su estómago y se convirtiera en terror, terror de que las marcas en la cabeza pertenecieran a su creador, a 'su madre', a Kenjaku.

Pero las ganas de vomitar en realidad solo llegaron cuando supo que la persona que invadía el cuerpo de su maestro no era otra más que Yuta Okkotsu, que al parecer los demás sabían de todo esto a excepción de él, que llegaron al acuerdo de usar el cuerpo de su fallecido maestro sólo para tener una mínima oportunidad de derrotar a Sukuna. 

¿Darles una muerte adecuada a los demás? Claro, ni siquiera tuvo la oportunidad de evitarlo, ni siquiera pudo tener voz ni voto en lo que se iba a hacer con el cuerpo de su maestro después de su muerte. Su maestro a quién había respetado, admirado y apreciado a pesar de ser su verdugo, reducido a un mero instrumento, degradado a un simple medio para un fin. Si hubiera tenido la oportunidad de intervenir, de suplicarles que  encontraran otra manera de herir a Sukuna sin la necesidad de mancillar la memoria de su maestro, lo habría hecho sin dudar. Habría luchado con uñas y dientes, habría llorado hasta quedarse sin lágrimas y se habría aferrado desesperadamente al cuerpo de Gojo sensei para protegerlo de tal profanación.

so tell me everything is not about me, but what if it is?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora