Un demonio que cada noche viene a verme, cada noche me ve desde la oscuridad de mi habitacion, cada noche me ve llorar, me ve sufrir, me ve reir, me ve sonreir y me escucha.
Cada noche se sienta en mi cama, escucha mis tonterias, mis quejas, mis dolores, mi llanto, mis risas, me observa con atencion, me hace compañia y no me juzga.
Siempre en silencio, siempre escuchando y observando, cada noche, sin falta, llega al caer la oscuridad cuando todos esepto yo duermen, y se va con el primer rayo de sol que entra por mi ventana.
Siempre permanece oculto, solo se ve su sonrisa de dientes afilados grandes y blancos con algo que parece ser sangre, sus ojos rojos o azules y aveces de un blanco con negro muy intenso como si fueran dos manchas flotando, se siente su presencia pero su cuerpo no se ve, por más que lo observes no logras ver nada más alla de pura oscuridad.
Un dia comun, llega la noche, como siempre espero su llegada, siempre esperando ver nuevamente su sonrisa y su mirada, pero o sorpresa esta vez no llega nadie, no se siente su presencia, me asomo por la ventana esperando verlo, pero me encuentro con pura oscuridad, ni luces, ni estrellas, ni siquiera la luna, oscuridad pura y profunda, de un negro intenso.
Esa noche mágicamente me quedé dormida antes de la media noche, pero a la mañana siguiente al despertar tenía la sensación de que alguien me vigilaba y de que todavía era de noche, decidí salir a caminar para sacarme de dudas pero no lo logre, era de día pero yo sentía que no, luego de un rato regrese a casa y me quedé profundamente dormida.
Y al despertar me sentía sola, era la misma sensación de todos los días solo que esta vez sí estaba sola, ni siquiera aquel demonio estaba conmigo como las noches pasadas, estaba nuevamente sola, en aquella oscuridad.