Gordito perfecto. Jimsu.

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Re-subido 💗

Con la mirada fija en el espejo Yoongi se unta Gloss en los labios de manera sutil. –Eres encantador... –, se dice a si mismo mientras cierra su casillero color rosa y guarda su labial en el bolsillo de su abrigo.

Lo primero que sus preciosos ojos notan es al atractivo Alfa que viene bajando por las escaleras, es el Líder del equipo de básquetbol. Jeon Jungkook. Camina firme, su cuerpo es increíblemente musculoso y atlético. Yoongi no puede evitar suspirar.

Sin dudarlo se acerca con pasos cautelosos, es tímido pero trata de ocultarlo con una personalidad que inventó para él.

Al estar frente a Jungkook, le dedica una linda sonrisa de goma. –Holaa –, saluda mientras se acomoda un mechón de cabello en la oreja.

Jungkook alza una ceja y lo mira por breves segundos. –Hola, Yoongi. ¿Qué hay?

Yoongi enrojece al escuchar su nombre en los labios del Alfa. Simplemente suena increíble. –Eh... nada –, se ha quedado en blanco. Era el efecto Jeon.

Jungkook sonríe de costado y un poco pícaro. –Este... Yoongi, ¿Qué te parece ir a mi casa saliendo de clases? –, suena coqueto y divertido. Por lo que el Omega no duda en mirarlo con sorpresa.

–¿A tu casa? –, no puede evitar sonrojarse y no dudarlo ni un poco. –Me encantaría.

Es la primera vez que Jungkook lo invita a su casa. Siempre son charlas pequeñas en el receso y coqueteos sutiles; Yoongi tenía un verdadero enamoramiento por ese Alfa. Todos decían que harían una bonita pareja.

Solo había un problema.

Jeon Jungkook tiene una muy mala reputación.

Pero Yoongi esta seguro que puede cambiar eso.

***

Los besos de Jungkook vaya que son extremos y muy sucios. Yoongi coloca las manos sobre el pecho del Alfa y trata de separarlo(casi imposible ya que Jungkook es demasiado grande y pesado) las mejillas de Yoongi se encuentran demasiado rojas. –Espera... –, susurra con timidez.

El Alfa lame sus labios y después baja la mirada a su entrepierna dura. —Mira como estoy por ti... –, dice riendo un poco tonto.

Yoongi quiso gritar. Esto era demasiado vergonzoso. Cuando Jungkook lo invito a su casa pensaba que sería para charlar o cualquier otra cosa menos esto.

De verdad no estaba en sus planes y le daba un buen de vergüenza.

–Voy por condones –, el alfa se pone de pie con prisas. –¿O prefieres hacerlo en mi habitación? –, su voz suena lujuriosa y sincera.

Yoongi mantiene los ojos bien abiertos sin poder creer lo que escucha. Tenía que ser una broma. –¿Condones? Jungkook... yo no...

Jungkook sonríe y le roba un fugaz beso. –Voy por ellos –, dice mientras corre por las escaleras.

Las piernas de Yoongi tiemblan al igual que su estómago con solo pensar en lo que Jungkook quiere hacer. La idea le aterra y su cuerpo se pone a la defensiva. Eso no iba a pasar. Claro que le gusta Jungkook, Jungkook es tan sexy, su cuerpo es tan atractivo, pero Yoongi no quería desvirgarse hoy. En su primera cita.

Entonces el ruido de llaves lo hizo mirar rápidamente hacía la puerta, encontrándose con un chico. Todo pensamiento se fue a la basura. Entrecierra los ojos al reconocerlo. Ese chico estaba en su clase, era un Alfa demasiado gordito. Sus mejillas son gorditas y su cuerpo también; su cabello es tan oscuro y sus ojos muy pequeños. Pero... ¿que hacía él aquí?

–Buenas tardes –, saluda el Alfa tímidamente, sus rechonchas mejillas ahora eran de color rosa. No pudo evitar sentirse tímido por la presencia de ese Omega ya que Yoongi era de los más populares en la Universidad. Era demasiado bonito.

Yoongi sonríe con timidez. –Hola –, saluda mirando al Alfa dejar la mochila en el sillón. Pronto se dirige a la barra de la cocina en donde deja unas llaves. Yoongi mira su espalda y estuvo por preguntar algo pero entonces Jungkook baja rápidamente las escaleras.

–No los encontraba –, dice mientras se quita la camiseta con algo de rapidez. Su sonrisa es traviesa pero entonces se desvanece al notar la presencia de su hermano menor y enrojece. –¿Qué haces aquí? –, no puede evitar gruñir. Después mira a Yoongi quien se levanta del sillón.

–Yo... cerraron la biblioteca temprano por lo que no pude quedarme... –, Jimin baja la mirada algo preocupado por el enojo de su hermano.

Jungkook suspira profundamente mientras se coloca la camiseta. No dice nada, solo toma la mano del Omega y le besa con ternura el dorso. –¿Quieres ir por un helado?

Las mejillas del Omega enrojecen, asiente solo una vez y antes de retirarse le dedica una corta mirada al Alfa gordito que estaba en la cocina.

Cuando ambos salieron de la casa, Jungkook le suelta la mano y se detiene. –Yoongi... yo... –, suspira nuevamente y esta vez lo sostiene de las mejillas. –Prométeme que no le dirás a nadie sobre esto...

Yoongi alza una ceja algo confuso; –¿De...?

–De que Jimin es mi hermano –, sus ojos lucen suplicantes, casi como los de un cachorro. –Mi reputación no sería la misma, tú sabes como son en la Universidad.

Yoongi no puede evitar sentirse mal por eso. –Vaya... eso es muy cruel... yo jamás pensé que serían hermanos.

Jungkook asiente. –Solo tú lo sabes... ¿no se lo dirás a nadie?

Yoongi niega. –Es algo que no me corresponde decir a mi... –, aunque estaba muy decepcionado por Jungkook. Yoongi estaba en contra del Bullying o cualquier tipo de acoso.

El alfa esta vez sonríe gustoso, después desliza las manos a las caderas del Omega y lo apega a él. –No sabía que Jimin llegaría temprano... me quedé con muchísimas ganas –, esta vez hace un puchero. No puede evitar inclinarse para besarle sensualmente el labio inferior. –¿No tienes casa sola?

Esta vez Yoongi posa las manos sobre los hombros anchos del Alfa y niega con lentitud. Cierra sus ojos y se deja llevar por su boca; sus lenguas danzan sensualmente. Podía acostumbrarse a esos besos, entonces gime entre su boca al sentir la erección de Jungkook sobre su vientre.

–T-tengo que irme a casa –, Yoongi logra escapar de sus labios y respira con dificultad. Muere de vergüenza.

Jungkook se muerde el labio inferior, su mirada decía mucho. Mira de pies a cabeza al Omega y asiente lentamente. –Esta bien... te llevare –, susurra tratando de respirar hondo y de que desapareciera su dureza.

–¡No! yo voy solo –, menciona Yoongi dedicándole una pequeña sonrisa. –Te veré mañana.

Jungkook lame su labio no muy contento por la actitud de Yoongi pero igual se encoge de hombros. –Esta bien —. Dice resignado. Igual habría oportunidad otro día, no lo iba a dejar ir.