Gordito perfecto. Jimsu.

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–¡Aún no se que me voy a poner! Pero quiero verme diferente –, Taehyung parecía ilusionado. Sus ojos brillan de la emoción, ni siquiera podía comer su almuerzo. La fiesta de Yoongi sería mañana y aún no tenia nada que ponerse.

Jimin quien come tranquilamente su almuerzo sabía que su amigo se emocionaría bastante con la fiesta. Era la primera vez que los invitaban y era súper genial.

–¿Tú que te vas a poner, gordito?

Jimin se sonroja y se encoge de hombros. –Quizás una camiseta negra y un pantalón. ¡Oh! Y este reloj –, señala su muñeca en la cual decoraba un Smartwatch oscuro. –Es genial.

El Alfa castaño asiente contento con la respuesta de su amigo. –Yo encontré unos estilos Vintage que me gustaron, a lo mejor me pongo eso –, entonces dirige la mirada a la puerta del comedor. –Regina George –, susurra de manera divertida.

Jimin gira solo para encontrarse con Yoongi quien viste de un bonito rosa. Era viernes. Y los viernes usaba el rosa.

Yoongi toma asiento y enseguida lo hicieron sus amigos, sostiene un pequeño espejito y se mira por un rato. Era la definición de Omega perfecto, cualquier Alfa querría estar con él. Si pudieran describir su tipo ideal sería Min Yoongi.

La mayoría de los Alfas tienen un crush por él, pero el único que tiene la maldita suerte de tenerlo es Jeon Jungkook. El más patán de todos.

Jimin suspira. Conocía tantas aventuras de su hermano, la palabra fiel no esta en su diccionario... pero esperaba esta vez si fuera diferente. Yoongi no merece un mal rato. No es el chico que merece ser humillado.

No puede evitar avergonzarse cuando la mirada de Yoongi conecta con la suya, rápidamente la desvia y comienza a comer.

***

Colocándose gloss en los labios, Yoongi se mantiene viendo en el espejo de su casillero hasta que le tocaron el hombro. Disgustado se da media vuelta solo para encontrarse con Jungkook.

–Ah, Jeon... –, sonríe ante la presencia del Alfa.

Jungkook sonríe con coquetería y después se recarga en el casillero de enseguida con los brazos cruzados. —¿Qué has pensando de mañana?

Yoongi cierra su casillero y lo mira confuso. –¿De que hablas?

–Ya sabes... –, se acerca lo suficiente hasta abrazarlo por las caderas. –¿Lo haremos?

Ah...

Yoongi no puede evitar hacer una mueca. Jungkook esta bastante desesperado por ese tema, por una parte lo entiende pero por otra no. Esta presionándolo y la presión es algo que no le gusta para nada.

–¿Por qué lo tienes que planear? Déjalo que fluya –, Yoongi pone las manos sobre el pecho del Alfa y lo empuja suavemente. Jungkook no se aleja, por el contrario pone el rostro sobre el cuello del Omega y lo olfatea. –A-ah... me haces cosquillas –, su piel se eriza cuando siente sus dientes.

–Quisiera morderte –, susurra mientras alza el rostro. Sus orejas se encuentran muy rojas. Y Yoongi no puede evitar hacerse chiquito al sentir su aroma a Alfa. Jungkook parece que entrará en celo en cualquier momento, sabe perfectamente su intención ahora mismo.

Entonces bullicios fuertes comenzaron a escucharse por el otro lado del pasillo.

Jungkook se aleja de Yoongi y mira a la dirección en donde se comenzaba a llenar. Su mandíbula se tensa y después suspira con pesadez.

–¿Qué es lo que pasa? –, cuestiona Yoongi queriendo ir, pero Jeon lo toma de la mano y lo apega a su pecho.

–No es nada, ven aquí.

–Quiero ir, vamos –, Yoongi insiste.

–No, ¿para qué? –, Jungkook lo apresa más a su cuerpo.

–Vamos, por favor... –, Yoongi trata de empujarlo del pecho, por lo que el Alfa gruñe de impotencia y no le queda de otra que aceptar.

Tomados de la mano se acercan a los bullicios, Yoongi rápidamente se suelta del agarre de Jungkook y se mete entre la multitud.

–Oh, ¿quieres más?

Las voces en el pasillo son fuertes. Ojalá hubiese sido un carnaval, pero en vez de eso, se trata de un caso de Bullying el cual en las mayorías de las escuelas existen.

Jimin se encuentra en el piso con la camiseta blanca de su uniforme manchada de comida, su rostro esta igual de sucio por los rastros de comida que cayeron al suelo. No puede decir nada, sus mejillas estaban rojas y sus ojos medio húmedos, pero no iba a llorar, claro que no lo iba hacer porque ya estaba más que acostumbrado a estas escenas.

El golpe en su estómago fue esperado, provocando que gruñera y se encorvara en su posición en el piso.

–¡Pero llora maldito cerdo! –, exclama su Bully. –¿O es que te han comido la lengua los ratones?

–¡Es lo que le rodea! –, grita uno en la multitud.

Las risas fueron altas.

Yoongi siente su sangre hervir, no duda en mirar a Jungkook quien esta en silencio y sin hacer nada. ¿Es que no iba hacer nada por su hermano? Cada día lo decepcionaba más, lo decepcionaba tanto y dolía bastante porque pensaba que Jeon era un chico diferente.

Sus pequeños ojos dieron directamente con los de Jimin, y su lobo se removió con fuerza.

¡No iba a permitir esto!

Cuando estaban por darle otro golpe, Yoongi corre al círculo y dando un salto torpe se sube a la espalda del Alfa. –¡No le pegues! –, grita mientras le jala el cabello con fuerza. Todos en el pasillo se quedan sorprendidos por aquello.

–¡Yoongi! –, salta Jungkook cuando ve la intención del Alfa de aventarlo. –¡Yunho, es Yoongi no le hagas nada! –, Jeon con rapidez lo carga y lo aleja.

–¡Si le vuelves a pegar te voy acusar con los rectores! ¿Y sabes que soy el consentido de la directora, verdad? –, aunque estaba preso en los brazos de Jungkook se encara a Yunho. No le importa que fuese un alfa. Estaba muy enojado.

Yunho se queda completamente sorprendido. No dijo absolutamente nada, parece incrédulo mientras da dos pasos hacia atrás.

Yoongi mira con rapidez al Alfa gordito en el piso y su corazón se hace tan chiquito al verlo todo sucio y maltratado. Quiere abrazarlo y decirle que todo está bien...

Pero no puede decirle nada ya que Jungkook se lo lleva del pasillo.