Gordito perfecto. Jimsu.

3

–Pido escribir, mi letra es más bonita –, Yoongi sostiene el lápiz sobre su mano y ríe juguetón.

Jimin quiso sonreír de la misma manera pero solo se transforma en una mueca. –Esta bien, yo haré los dibujos –, su voz es tímida, siente el tiempo eterno y agradable, no quiere que esta tarea termine. –¿Quieres algo de cenar? Ya es un poco tarde.

Yoongi asiente con la cabeza pero después mira la hora en su celular y no puede evitar abrir los ojos con sorpresa. Era demasiado tarde. –¡Oh! Yo me tengo que ir, no puedo llegar tan tarde a casa –, exclama mientras mete sus cosas en la mochila. –¿Podemos continuar mañana? Le pediré permiso a mamá para que vayas mañana. Lo hacemos en mi casa –, se pone de pie torpemente y se cuelga la mochila.

Jimin también se pone de pie, su estómago se revuelve un poco desanimado. –Está bien... ¿quieres que te acompañe? Ya se hizo noche –, señala por la ventana.

El Omega niega un par de veces. –No, no te preocupes. Iré solo, cuando llegue a casa te mando un mensaje –, menciona mientras se dirige a la puerta.

Jimin lo sigue como un cachorro. –Está bien... nos vemos –, en un solo movimiento su desánimo desaparece cuando Yoongi le besa la mejilla como despedida.

–Adiós –, se despide el Omega y comienza a caminar rápidamente por la avenida.

Jimin se queda en silencio mientras se toca la mejilla sin poder creérselo, ¿eso había sido una despedida al estilo extranjero? No pudo evitar sonrojarse mientras entraba nuevamente a su casa con una boba sonrisa en la cara. Tener a Yoongi como compañero de equipo era genial, nunca había convivido con ningún Omega.

Al entrar a su casa todo estaba completamente en silencio. Su madre no estaba, y Jungkook había ido a entrenar esta tarde. Estar a solas con Yoongi lo ponía muy nervioso pero sobrevivió y estaba bien. Quizás con el tiempo se acostumbraría a su compañía.

Sin dejar de sonreír se acuesta sobre el sofá mientras agarra el control remoto y prende la televisión para ver una serie de anime. Ayer se había quedado a medias y hoy lo terminaría. Su estómago rugió. Estaba tentado en comer ramen instantáneo...

Estaba adieta, se recordó.

Ese pensamiento desaparece en media hora al tener ramen ya preparado con un platillo de carne asada en le mesita de centro.

***

Las luces del parque son blancas y opacas. Yoongi mantiene los ojos cerrados mientras se funde en el beso que comparte con Jungkook, sus lenguas danzan y sus manos tocan delicadamente los brazos desnudos y sudados de Jungkook.

El alfa recién había salido de entrenamiento, ambos habían quedado de verse y ahora estaban comiéndose la boca en un parque, las manos de Jungkook se encontraban aferradas a la pequeña cintura del Omega, presionándolo lo suficiente a su cuerpo. Quería subirlo a su regazo y besar todo su cuello, tenía tantas ganas de hacerlo.

Yoongi medio sonríe mientras se aleja, sus manos aprietan los fuertes brazos del Alfa y mira su cuello. –Estas todo sudado... –, susurra tímidamente con sus labios rojos e hinchados.

Jungkook se lame los labios. Después baja la mirada a su short deportivo holgado y hace una mueca al ver su polla dura. –Hoy el entrenamiento fue muy pesado –, suspira con profundidad y después vuelve acercarse a los labios del Omega. –Estoy a punto de explotar... dame un beso más.

Yoongi lo mira confuso y después se sorprende cuando la mano del Alfa le toma la suya y la pone sobre su entrepierna. –J-jungkook... –, susurra cuando siente la dureza y la tela medio húmeda. –Estamos en el parque.

El Alfa suspira tembloroso y después se pone de pie. –Tengo que ir a casa.

Yoongi rápidamente desvía la mirada. Jungkook es un Alfa demasiado atractivo, bastante alto y con porte; el bulto en su short deportivo le avergonzaba bastante.

–Si, yo también... ya es muy tarde –, checa la hora en su celular solo para darse cuenta que eran las nueve y media de la noche y tenía más de 12 llamadas perdidas de su madre.

Jungkook lo toma de la mano y muestra sus perfectos dientes en una sonrisa. –Te acompañaré, es bastante noche –, ni siquiera espera respuesta del Omega ya que lo jala y comienza a caminar.

Yoongi no entiende como había pasado esto. Nunca habían tenido acercamientos de esta manera, solo eran coqueteos simples en la facultad y charlas cortas. Cuando Jungkook lo invito a su casa le sorprendio mucho, no se quejaba pero... Dios mío. Sus encuentros son muy extraños.

Todo cambio desde ese día. El alfa lo besa y lo toca demasiado sucio. Por supuesto que a Yoongi le gusta, pero todo se le hacía bastante precipitado. Yoongi pensaba que sería todo más lindo, citas tímidas y besos cortos. ¡Como las películas! Que equivocado estaba, ¿no?

Cuando llega a casa, se despide con un beso corto de Jungkook y no deja que haga nada más, después corre a su habitación y se echa sobre la cama.

Fue un día pesado con mucha tarea.

Inevitablemente sonríe al recodar a Jimin. Era tierno. ¡Oh, por Dios! Se había olvidado de mandarle un mensaje.

Toma su celular y con rapidez le pone un mensaje diciéndole que había llegado a casa desde hace rato pero que se había olvidado de avisarle. Con curiosidad mira su foto de perfil la cual era una imagen de Sasuke.

Yoongi sonríe enternecido. Al parecer le gustaba el anime. Eso era genial, el anime era divertido y entretenido, a él también le gustaba.

Al no recibir respuesta de Jimin, se dedica tomar una ducha.

Mañana sería un nuevo día.