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Con los nervios de punta, Jimin sostiene con fuerza una pequeña caja en sus manos. Es sábado por la noche y se encuentra a las afueras de la casa de Yoongi para festejar su cumpleaños.

–Pensaba que sería algo más pequeño... –, musita con la voz demasiada baja al ver montones de personas a las afueras de la casa, después observa a su amigo quien también parece nervioso ya que la gente que está ahí viste realmente bien.

–Estoy un poco ansioso pero no puedo evitar sentirme nervioso –, Taehyung gira a él y suelta aire de su boca.

Jimin lo mira fijamente. A pesar de los nervios, Taehyung se mira muy emocionado. –¿Crees que Yoongi se encuentre cerca?

–Si no vamos nunca lo sabremos –, el alfa castaño lo toma de su rechoncho brazo y lo jalonea tranquilamente en dirección a la puerta de la casa, llamando la atención de algunos chicos que solo ríen cuando los ven.

Jimin se pregunta si se trata por su cabello, había optado por peinarse de lado. Tipo librito. Que a su madre y tías les gusta mucho.

Al entrar a la casa sus oídos retumban con fuerza por la música alta. Hay montones de personas cada quien en su círculo al parecer bebiendo y charlando entre ellos. Gracias a dios no llaman la atención y ahora la sonrisa de Taehyung es inmensa.

Jimin trata de buscar con la mirada al cumpleañero pero no lo ve por ningún lado, tampoco se ve rastros de Jungkook. En el día ni siquiera la paso en casa, no lo escucho arrancar la moto ni la ducha del baño.

—¿Vamos por bebidas? –, Taehyung le pregunta. Jimin niega levemente y señala al sofá.

–Aquí te espero –, dice mientras toma asiento. Es la primera vez que asiste a una fiesta y ya esta arrepentido, quería irse.

Se abraza a la cajita y mira a su alrededor, simplemente no encaja con nadie. Todos se encuentran en su mundo, unos bailando, otros ligando y entre otras cosas. Se pregunta que esta haciendo Yoongi. Su lobo deseaba darle su regalo, tal vez le gustaría.

Fue entonces que ve a su hermano bajar las escaleras mientras se acomoda su chamarra de cuero, se ve increíble. Sus piercings le dan un toque a su rostro. Jimin desea algún día ser igual que él... o incluso mejor.

Jungkook se echa el cabello hacía atrás mientras muestra los dientes en una impecable sonrisa, su mirada coqueta recorre todo el lugar hasta que se detiene Jimin. Jimin no puede evitar aterrarse cuando el semblante de Jungkook cambia por completo.

–Aquí tienes –, Taehyung se sienta en el sofá a su lado mientras le da una cerveza.

Jimin se desconcierta con rapidez cuando ve la bebida que le fue otorgada. –¿Cerveza? –, casi se olvida de su hermano por lo que nuevamente alza la mirada a las escaleras solo para darse cuenta que ya no estaba.

–¡No podemos beber jugo! Es nuestra primera fiesta –, exclama Taehyung dándole un trago a su bebida. Su rostro se transforma en una mueca divertida por lo que Jimin comienza a reír.

La fiesta no esta mal, para nada. Jimin y Taehyung lograrían divertirse entre ellos.

Jimin se pregunta dónde se encuentra Yoongi, no había hecho acto de presencia ni siquiera detrás de Jungkook cuando bajo las escaleras... ¿estaría allá arriba? Nuevamente mira las escaleras pero solo ve bajar a Yugyeom, un Omega que... oh.

Anteriormente su hermano había tenido aventuras con él por lo que... bueno, era imposible. Ahora mismo Jungkook estaba saliendo con Yoongi.

–¡Jimin! –, una melodiosa y muy conocida voz llega a sus oídos. Su corazón late muy rápido cuando sus ojos captan a Yoongi quien entra por las puertas del jardín. Es adorable, viste un camisón azulado bebé con un pantalón de mezclilla holgado acompañado de unos converses blancos. –¡Pense que no vendrías! –, el Omega no duda en extender sus brazos cuando esta frente a él.

Jimin se queda helado por un momento, ¿ese lenguaje corporal dice que lo abrace? No puede evitar mirar fijamente su precioso rostro y después con torpeza se pone de pie y temblorosamente abraza al Omega.

La diferencia de cuerpos es bastante, Yoongi es tan pequeño y delgado mientras Jimin...

–Muchas felicidades, Yoongi –, menciona el Alfa con timidez mientras se separa para tomar aire. Sus mejillas están muy rojas.

–¡Feliz cumpleaños! –, este es Taehyung mientras se levanta y le da un corto abrazo al Omega.

—¡Gracias! Me alegra mucho que hayan venido, ¿tienen mucho aquí? –, cuestiona sentándose al otro lado de Jimin. –Perdonen por venir hasta ahora es solo que tuve que ir por mi pastel –, su risa fue linda.

Jimin no puede evitar tensarse. Eso quería decir que Jungkook estaba con otra persona en los cuartos de arriba.

–No tenemos mucho aquí pero nos gusta la fiesta –, menciona Taehyung divertido.

–Que bueno que estén disfrutando –, esta vez Yoongi mira a Jimin que ni siquiera puede darle la cara, así que aprecia su perfil con cautela; sus mejillas son muy gorditas, su nariz muy bonita al igual que sus ojos y cejas. Demasiado tierno. Yoongi quiere abrazarlo pero entonces al deslizar la mirada se percata que se abraza a una cajita. –Te ves increíble, Jimin.

Y si. Las mejillas del alfa enrojecen con fuerza ante aquel comentario. No puede evitar una sonrisita tímida y después mira con rapidez al omega.

–Muchas gracias, Yoongi... yo... yo te traje esto –, de manera veloz le entrega la cajita blanca.

Con torpeza Yoongi la toma. –O-oh... –, abre su boca con sorpresa. Esta por decir algo al respecto pero Jungkook llega y sin saludar a los demás, lo toma de la mano y lo levanta con brusquedad del sofá.

–Vamos –, ordena jalándolo.

–O-oye... ¿qué? –, Yoongi parece confuso por unos segundos. –¿Qué te pasa? –, y ahora trata de alejarse pero Jeon no se lo permite y lo lleva hasta la cocina.

–¿Por qué lo invitaste? –, el alfa gruñe apretando el agarre en sus muñecas.

Por lo que Yoongi lo mira horrorizado, se percata de que ha dejado la cajita de regalo en el sofá. –No entiendo de lo que hablas –, arruga la nariz un poco extrañado por el aroma de Jungkook. Es diferente. Un poco más dulzón. No era su aroma.

–Invitaste a Jimin, ¿por qué lo haces? Ni parece que te gusto, solo quieres humillarme –, Jungkook lo suelta bruscamente para luego mirarlo directamente a los ojos.

Yoongi no puede responder a esa mirada, su corazón truena. El príncipe azul que había conocido ha desaparecido. ¿Como Jungkook podía tratar así a su hermano? Jimin era un chico bueno, no daba problemas. Ni siquiera daba señales de que fuera hermano de Jungkook, y aunque las diera, Jeon no debía de tratarlo así.

–Yo puedo invitar a quien yo quiera, es mi fiesta de cumpleaños... –, Yoongi arruga la frente. No quiere que su noche se arruine por una estupidez. Hoy no. –Lo siento pero yo no puedo estar con personas como tú –, se lame los labios. –Ya no quiero estar más contigo –, dicho esto, es rápido a la hora de escapar de Jungkook y corre lo más que puede hasta revolverse entre la gente.

—¡Yoongi! —, exclama un Jungkook demasiado molesto.

Gordito perfecto. Jimsu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora