Gordito perfecto. Jimsu.

8

El lunes desperté más temprano de lo normal. Me sentía ansioso por ir al instituto, hoy si tendría fuerza de voluntad para poder hacer ejercicio y comer sano. Quiero un nuevo cambio en mi vida y... estoy seguro que mi lobo me apoya solo porque quiere conquistar a Yoongi.

Tal vez siendo un alfa perfecto se fije en mi.

Ni siquiera desayune y me apresuré para llegar temprano a clases.

Al llegar al instituto trate de esquivar las multitudes hasta que llegue a mi salón de clases. Mis ojos rápidamente dieron con el Omega de mis sueños, Yoongi no me miraba pero eso no importaba. Mientras yo lo vea y me sienta contento está bien.

–¡Vaya! ¿Qué te paso?

La voz de mi mejor amigo me hizo sonrojar y tome asiento a su lado mientras dejaba la mochila sobre la mesa. Sabía que se refería a mi presencia temprana. Nunca llegaba tan temprano.

–No tengo idea de lo que hablas.

–Nuevamente te has peinado bonito –, señala a mi cabello y no pude evitar avergonzarme. Opte por peinarme otra vez de forma de librito y me gustaba, me hacía ver un buen chico. Simplemente quería que Yoongi me mirase atractivo.

–Gracias... –, dije mientras sacaba mis cosas de la mochila.

Entonces los bullicios de mis compañeros me hicieron alzar la mirada solo para encontrarme con mi estúpido hermano quien entra con un enorme ramo de tulipanes.

–No lo puedo creer... Jeon le trajo flores a Yoongi –, dijo Taehyung por detrás de mi. Y yo no pude evitar mirar la escena.

Jungkook se acercó hasta la mesa de mi Omega y mi corazón latió muy rápido cuando Yoongi se puso de pie y sus mejillas se coloreaban de un color muy rosa. Con torpeza sostiene las flores y mira con ojos brillantes a mi hermano.

Yo quería ser él...

Mi pensamiento amargo me hace sentir bastante mal y con rapidez deje de verlos. Era algo que iba a pasar, Yoongi jamás se iba a fijar en alguien como yo... era más que claro. Jungkook es perfecto. El alfa que todos quieren tener, tan atlético y guapo.

Ni siquiera quiero escuchar los murmullos de los demás, todos decían que eran una linda pareja e incluso corearon pues al parecer se habían dado un beso de reconciliación.

Que asco. Jungkook solo estaba jugando con esto, estoy seguro. Y Yoongi ni siquiera se ha dado cuenta.

Mis ojos picaron, quería llorar por nada. Yoongi tan solo me había dado un poco de atención y yo me había ilusionado. ¿Qué tan patético podía llegar a ser?

Las clases incluso fueron más tediosas para mi, mis ánimos habían desaparecido y ahora solo quería estar en mi habitación arropado de pies a cabeza. El profesor hablaba y yo solo quería que se callara, mi lobo estaba tan triste que no dudo en dormir.

En el almuerzo ni siquiera podía comer lo de mi platillo, solo miraba fijamente la sopa de algas. Ya no quería ser yo... de verdad que no quiero. Quiero cambiar.

Necesitaba ser el Alfa perfecto que Yoongi merecía.

–Tienes cinco minutos viendo tu almuerzo, ¿no vas a comer? –, Taehyung me pregunta.

Lo mire y le sonreí. Taehyung tenía su boca llena del emparedado que estaba comiendo. Aún así sus ojos parecen preocupados.

–No tengo hambre.

–¿Qué? –, no parece creerme, demasiado incrédulo por mi respuesta.

Entonces una tercera persona se acerca a nosotros y no pude evitar temblar cuando Yoongi se sienta frente a mí con su preciosa sonrisa que volvía loco a todos. Coloca su almuerzo en la mesa y después me mira fijamente a la cara.

Huele increíble, mi lobo despierta y quiere aullar e incluso mueve la cola en espera de ser acariciado. Yoongi es hermoso. Demasiado bonito que yo estaba perdido, había caído por él y sabía que saldría lastimado si no me alejaba.

Mis mejillas se encienden con rapidez al sentir que estaba dejando escapar mi aroma.

–Hola –, saluda Yoongi a nosotros mientras cubre con un dedo su nariz.

Taehyung se adelanta un poco emocionado. –¡No puedo creer que estás sentado con nosotros!

Yoongi lo mira curioso y con una mediana sonrisa. –Somos amigos, ¿no?

Si, solo somos amigos.

Mi lobo se siente triste ahora, como un cachorro regañado y con orejas abajo.

–¡Genial! –, añade mi amigo.

Después Yoongi me mira de nuevo y sonríe tímidamente. –Sigue en pie mi propuesta... si gustas podemos ir saliendo de clases –, su voz parece tímida pero estoy seguro que estoy alucinando... puedo sentir su dulce aroma.

Recorrí lentamente su rostro y mire sus brillantes ojos, son hermosos. No pude evitar sentir mis mejillas calientes y por inercia asentí dos veces. Internamente me puse a llorar por mi falta de amor propio. No quería sentir esto que sentía por Yoongi, mi corazón se iba a salir del pecho.

Me sentía como un niño pequeño.

Pero incluso aunque suene estúpido, me siento esperanzado. Quizás... quizás habría la posibilidad de que me quiera.

No pude evitar amargarme, ese pensamiento era inútil. Eso jamás iba a pasar.