Capítulo 2- La Fiesta

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Melanie Smith

Después de cuarenta y cinco minutos de trayecto al fin llegamos, nos bajamos del auto de Samantha y entramos a la casa, habían tantas personas que nadie notó nuestra presencia (buen comienzo).

—Vamos a la cocina a conseguir algún trago—Me gritó Samantha en el oído para poder escucharla—De paso a ver si me encuentro con Jack— Me dijo en un tono coqueto.

En lo que nos dirigimos a la cocina le pregunté —¿Sam, quién es Jack?

—Un muchacho que conocí en la farmacia—Contestó despreocupadamente.

—Okey—le dije.

En la cocina  mi amiga me sirvió una copa de Vodka después de insistir demasiado para que la probara.

—Mel voy a buscar a Jack ¿okey?

—Okey pero no te tardes—Asientió y salió de mi campo de visión.

Minutos después al ver que no regresaba la rubia decidí ir a buscarla. La fiesta estaba en pleno apogeo, y yo me movía entre la multitud con la copa en la mano, buscando a mi mejor amiga. Después de un rato, me dirigí al baño para retocar mi gloss. Sin prestar mucha atención, entré al servicio más cercano sin notar que era el de chicos.

Para mi sorpresa, al abrir la puerta me encontré con el mismo muchacho del incidente de la mañana, quien estaba recargado en el lavamanos mirándose al espejo. Al verme, una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro.

—¿Perdida, pequeña?—dijo el extraño con tono burlón.

Fruncí el ceño al darme cuenta de mi error—Vaya, parece que me equivoqué de puerta. No es asunto tuyo—Dije lo primero que se me ocurrió

El idiota se acercó a mí con una mirada desafiante, me estaba arrepintiendo por responder tan a la defensiva pero me acabo de dar cuenta de que ese muchacho tiene un arte para sacarme de quicio...

—Nena,  ahora que estás aquí, ¿por qué no nos quedamos un rato y te cuento algunas historias divertidas sobre este baño?— Mi cara en esos momentos debió ser un poema porque el muy estúpido estaba reprimiendo una carcajada.

Lo miré fijamente, negándome a sentirme intimidada por él—No me interesa escuchar tus historias. Mejor dame paso para salir de aquí—Dije de manera cortante.

Pude percatarme que un atisbo de sorpresa y diversión cruzó por sus fracciones al notar mi comportamiento.

—¿Estás apurada, despistada?— Arrugué la nariz al escuchar el apodo que me dijo.

—Eso es algo que no te compete así que salte de mi camino antes de que te deje sin genitales— lo desafíe.

Alzó las cejas ante mi comentario—¡La niña tiene agallas!. A ver nena demuéstrame de qué estás hecha.

Levanté mi mano derecha para darle una bofetada pero el imbécil  la sostuvo antes de que impactara contra su cara.

—Uh-uh, no preciosa, di no a la violencia masculina.¿Sabes qué le pasa a las chicas malas?— Preguntó y yo negué con la cabeza, él continuó hablando— Se les castiga y tú— Dió un paso hacia mí aún sosteniendo mi mano delicadamente— te estás portando mal.

—¡Suéltame troglodita!— Mascullé entre dientes

—¿Si no te suelto qué?—Sus palabras quedaron en el aire cuando le dí una patada en su entrepierna y cayó desplomado al suelo—Maldita niñata— Fue lo último que escuché  de sus sexys labios ya que salí disparada del baño.

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Luego de varios minutos dando vuelta por toda esa gigantesca casa encontré a mi querida compañera.

—Hey Sami—Digo para que note mi presencia.

—Tati, dónde estabas, te busqué en la cocina y no te vi—me dice en un tono preocupado.

—Solo fui al baño un momento—le hice saber.

—Mira, él es Jack— me presenta al rubio de ojos verdes.

—Mucho gusto, soy Melanie—Le tendí la mano a su amigo.

—El gusto es mío, bonita— me correspondió el saludo.

Luego de eso nuestro compañero se retiró. Cinco minutos después  llegó con el ser humano más molesto de este mundo, en serio esto no me puede estar pasando  a mí.

—Melanie él es Liam, mi mejor amigo, Liam ella es Melanie mi nueva amiga.—Nos presentó Jack.

—¡No lo puedo creer!—dijimos los dos al mismo tiempo.

—¿Ustedes se conocen?— pregunta la rubia.

—Es una larga historia— opté por responder.

La noche se basó en el molesto de Liam haciendo comentarios acerca de lo despistada que era, y yo ignorándolo.

—Sam vamos, ya han pasado dos horas y media—Le avisé.

—¡Meeeel, en serio,justo ahora es que la fiesta se pone buena!—Dijo con cara de ternura.

—Te dije que venía a esta fiesta con la condición de estar solo dos horas así que llévame ya.

—Liam haz el favor de llevarla ya que eres el único que no ha bebido de los cuatro—Pidió el rubio a su amigo.

—¡¡¿En serio?!!— Dijo el idiota, indignado.

—Oye no exageres, no es como que a mí me encante la idea— contraataqué.

Hizo caso omiso a mi comentario y se dirigió a su amigo—Y por qué no la  llevas tú— El rubio señaló a mi amiga con la cabeza—Vale veo que no tengo otra opción—Suspira Liam derrotado—Vamos despistada.

—Te sigo, antipático—Frunció  el ceño y me penetró con sus intensos iris azules como si quisiera desaparecerme.

—¿No puedes buscar uno mejor?—preguntó refiriéndose a su nuevo apodo.

—Cállate y camina—le respondí.

Resopló frustrado y salió de la casa, me escondí tras la sombra de su cuerpo sintiendo el latido de mi corazón que corría al galope sin saber exactamente la causa de esa extraña sensación. El trayecto en coche fue una tortura con él a mi lado.

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Fin del capítulo
¿Qué habrá pasado con Liam y Melanie de camino a la residencia?
Nos leemos babys💋
Dejen sus votos, no sean lectores fantasmas🙏🏼

Inevitablemente Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora