Tuya es la luz [Secuela de Un día cualquiera]

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Nota importante: este oneshot es una secuela de otro, Un día cualquiera y no se entiende sin su primera parte. Preferible haber leído El don para comprender algunas referencias, pero no indispensable.

Enjoy :3

***

Muerte toma su mano y su alma se eleva.

Sus últimos deseos son escuchados y cuando abre los ojos su mano sigue entrelazada con la de Enzo pero él es joven de nuevo y se igual que cuando tenía veintidós, como cuando lo vio por primera vez. Ni siquiera tienen que decir nada, Enzo lo mira y sus labios se encuentran al momento, esos labios que ha deseado besar casi desde que lo conoció.

-Me esperaste, mi amor... -murmura, repartiendo besos por su cara y sus labios, completamente feliz. Su alma ya no es del todo humana, es una parca ahora y servirá las órdenes de Enzo.

Lo mira de nuevo, esa cara tan hermosa, y sabe que será su amante para siempre. El tiempo no existe en los sueños ni tampoco en el más allá.

Enzo se pasa los primeros días mostrándole su reino, sus dominios y como funciona la recolección de almas. Está agitado y emocionado y puede ver la alegría en él, su reino es sorprendentemente feliz, no es nada como había imaginado en vida.

-Esos de allá eran almas gemelas -le dice, señalando un cielo particular. Cada alma tiene uno, su huequito donde reposa feliz por el resto de su existencia, pero en ese hueco hay dos- solo ellas comparten un cielo. Vení, hay algo que tengo que mostrarte.

-¿A dónde me llevas? -le pregunta después de un rato, cuando llegan al límite de sus dominios y al cruzar comprende que ya no están en su reino.

Enzo sonríe y por primera vez no es una sonrisa triste, sino una llena de alegría, casi llena de vida, irónicamente.

-A ver a mi pareja -le contesta, dejándolo clavado en el lugar- mi amor, vamos a ver a Vida.

Lo mira, ligeramente herido y confundido. Ha estado comiéndoselo a besos los últimos días, ha elegido ser una parca y quedarse con él y Enzo nunca mencionó una pareja.

Le duele.

-No me dijiste que tenías una pareja, yo...

Enzo lo mira y de repente parece entenderlo.

-Oh... Lo siento mucho, precioso. Llevo tanto tiempo siendo lo que soy que casi he olvidado como son las relaciones para los humanos.... -se disculpa, tomándolo de la mano- Conocí a Vida cuando asumí mi cargo, enamorarme era algo inevitable. No hay un solo universo donde la vida y la muerte no estén enamorados, así es como funciona el equilibrio. Pero sé que ansía conocerte.

Asiente, todavía confuso.

-¿Ella sabe de mí?

Enzo se ríe bajito, entrelazando una mano con la suya.

-En realidad, es él -le dice, coqueto- y sí, te conoce, mi amor. Él te hizo, tu alma llegó a sus manos y le dio forma, como hace con todo lo que vive en todos los universos.

Las palabras de Enzo son algo confusas para él, pero trata de seguirle el ritmo. Levita tomado de su mano y se deja guiar por él, parece saber bien a donde va. Enzo avanza por varios pasillos y recovecos, hasta que finalmente se detiene.

-Enzo, mi amor -dice una voz alegre- por fin lo lograste.

Vida es hermoso, como Enzo también es, su belleza es etérea y a una parte de él no le sorprende. Es un chico, uno con cabello castaño largo y lacio y unos ojos verdosos que enamorarían a cualquiera. Hay una tiara en su cabeza y la gema verde en ella combina con sus ojos, se ve muy bien.

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⏰ Última actualización: Jun 03 ⏰

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