Capítulo 4: La Fortaleza Abandonada

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El sol aún no había salido completamente cuando Akio, Naomi y los Halcones de Plata se reunieron en el punto de encuentro acordado. Con sus mochilas llenas de provisiones y equipos, estaban listos para embarcarse en la misión. Ryuu, el líder del equipo, revisaba el mapa una última vez mientras los demás se preparaban.

Ryuu: (mirando a todos) Bien, la fortaleza está a unas pocas horas de aquí. Debemos estar alertas, ya que los rumores dicen que está llena de trampas y criaturas guardianas. El objetivo es recuperar un artefacto antiguo. ¿Todos listos?

Thrain: (con una sonrisa confiada) Siempre listo para una buena pelea.

Elara: (ajustando su arco) Estoy lista.

Lyra: (con una expresión tranquila) Tengo mis hechizos preparados.

Akio: (mirando a Naomi) Vamos a dar lo mejor de nosotros.

Naomi: (asintiendo) Sí, lo haremos.

El equipo se puso en marcha, caminando por caminos boscosos y pasando por aldeas tranquilas. La camaradería era palpable, con conversaciones ligeras y risas ocasionales. Akio y Naomi se sintieron cada vez más integrados en el grupo, apreciando el apoyo y la amistad que los rodeaba.

Después de varias horas de viaje, llegaron a la entrada de la fortaleza abandonada. Las paredes de piedra, cubiertas de musgo y vegetación, se alzaban imponentes ante ellos. La puerta principal, aunque deteriorada, todavía parecía resistente.

Ryuu: (en voz baja) Mantengan sus ojos abiertos. Podrían haber trampas desde el mismo comienzo.

Elara: (examinando la puerta) Dejadme echar un vistazo primero.

Elara, con su aguda visión de elfa, inspeccionó la puerta y sus alrededores. Encontró un mecanismo oculto y, con destreza, lo desactivó, permitiendo que el equipo entrara sin problemas.

Dentro de la fortaleza, el ambiente era oscuro y opresivo. El aire estaba cargado de polvo y un leve olor a moho. Utilizando antorchas y hechizos de luz, avanzaron cautelosamente por los corredores estrechos y las amplias salas vacías.

Thrain: (susurrando) Esto es más tranquilo de lo que esperaba. No me gusta.

Ryuu: (asintiendo) Manténganse alerta. Esto podría ser la calma antes de la tormenta.

De repente, un rugido resonó a través de las paredes, haciendo eco en los corredores. Una criatura enorme, mitad hombre y mitad bestia, emergió de las sombras, con ojos rojos brillantes y garras afiladas.

Ryuu: (gritando) ¡Formación de combate!

El equipo se movilizó instantáneamente. Thrain se adelantó con su hacha, bloqueando el primer ataque de la criatura. Elara disparó flechas rápidas y precisas, mientras Lyra conjuraba hechizos defensivos y ofensivos. Akio, utilizando su energía oscura, flanqueó a la criatura, atacándola desde un ángulo inesperado.

Naomi: (concentrada) ¡Hechizo de viento!

Un vendaval de energía mágica golpeó a la criatura, desestabilizándola y permitiendo que Thrain y Akio lanzaran ataques decisivos. La criatura cayó al suelo, derrotada, pero el peligro no había terminado.

Ryuu: (respirando con dificultad) Buen trabajo, pero esto es solo el comienzo. Sigamos adelante.

El equipo continuó su avance, enfrentando más trampas y criaturas guardianas. La fortaleza era un laberinto de peligros, pero con cada obstáculo superado, se fortalecían como grupo. Finalmente, llegaron a una sala central donde, en un pedestal de piedra, se encontraba el artefacto que buscaban: un orbe brillante con inscripciones antiguas.

The Demon Inside Me IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora