Los Altamirano aterrizaron el Altagracia a las ocho de la mañana de un lunes nublado. Porque diciembre había llegado, y con este, la Navidad.
—¡¿Quién cumple años este mes?! —Santiago sacudió los hombros de su hermana mientras caminaban hacia la puerta de salida del aeropuerto.
—No atormentes a tu hermana, está por cumplir un cuarto de siglo. Eso es un montón de años. Quisiera saber qué se siente, para cuando yo llegue a esa edad —dijo Polo, pero antes de poder contestar, Seren se encontró cara a cara con un grupo de personas que la estaban esperando.
Lana fue la primera en correr hacia ella.
—¡¡Mi amor!! —chilló, saltando sobre su mejor amiga para abrazarla. La rubia se aferró a ella en lo que Seren recuperaba el equilibrio. —¡¡Te extrañé!! ¡No vuelvas a abandonarme! ¿Cómo estás? Te quiero mucho, estás muy guapa. —Seguido de un par de besos por toda la cara mientras Seren reía.
También la había extrañado.
Lana la soltó para abrazar a Polo, y Vad aprovechó para darle un abrazo, pero aquello no duró mucho, porque Asher extendió sus brazos para ella, y Seren no dudó en correr para poder abrazarlo.
Por fin.
—Llevo despierto desde ayer. No podía dormir porque sabía que venías hoy y estaba demasiado emocionado como para preocuparme por mi existencia —dijo, presionando a su novia contra él. La risa de Seren resonó sobre su pecho, y aquello lo hizo sonreír.
—Yo llevo esperando este momento desde que nos despedimos.
El peliblanco tomó su rostro entre sus manos y pegó su nariz con la suya.
—Tu abuelo nos está mirando.
—Todo el aeropuerto nos está mirando.
—A la gente le interesa poco lo que dos desconocidos estén haciendo.
—Desconocidos dice —se burló Lana, señalándolos. Luego se puso seria —No, pero en serio. Ustedes desconocidos no son, así que, si no quieren sus fotos en el aeropuerto en todo internet, será mejor que nos dirijamos al auto de inmediato.
Ambos sabían que era verdad, ya un par de personas de forma «disimulada» habían tomado algunas fotos. Asher colocó un beso en la frente de Seren y tomó su mano y su maleta para llevarla al estacionamiento. Al llegar, saludó bien a Polo, que bromeó un poco por lo «invisible» que se había vuelto para él en cuanto vio a su nieta.
La situación había pasado bastante desapercibida, sobre todo por todo lo que había sucedido. Pero ya que estaban en el auto, mucho más tranquilos, Seren decidió decir algo.
—Polo, no había podido hacer esto antes, pero te presento a Asher.
—Ya lo conozco, Serena.
—Te presento a Asher... Mi novio —dijo ella con una sonrisa. Y aprovechó para entrelazar sus dedos con los de él. El abuelo sonrió de lado y asintió.
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Píxeles
Teen Fiction«Dos streamers, una fiesta y un beso que no debió existir». El caos juvenil hecho píxeles. Seren es la calma y Asher el descontrol. Ella parece jugar la vida en modo supervivencia cuando él solo tiene una suerte envidiable. Ambos tienen una rivali...