Escondite

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Pasamos como una media hora allí, sentadas en unas pequeñas rocas color blanco que tenían forma de silla, y aunque estuvieran duras, se amoldaban a nuestra espalda y eran super cómodas.
De repente, noté dos suaves manos en mi cintura. Era mi madre.

Y: Hola mamá.
M: ¿Qué te pasó? ¿Por qué hiciste eso? Quedaste de embustera, de sinvergüenza y de infantil y estoy muy decepcionada contigo.
Y: ¿Por qué? Tú nunca has querido escapar de un sitio, huir, no estar allí?
M: Sí todas las cenas de Navidad con tu familia paterna.
MY&L: Jajajajaja
L: Si yo tengo derecho a opinar en esta conversación, tengo que decirte que has caido bajo con el vómito falso, debiste haberle echado leche cortada, no leche semidesnatada.

Oh, vaya, es verdad.

M: Vale chicas, estais como cabras. Y ahora en serio, ¿por que no me dijiste que querías irte?
Y: Porque demostraría delante de "Las arpías" que estaba incómoda.
M: Ok, bueno me voy. Y espero que esto me/te sirva de lección:
A mí por meterme en el agua tan fria a buscarte y a tí por vomitar falsamente. Ah, y una cosa, quiero esa receta para cuándo me toque hacer las cosas en la casa.
Y&L: Jajajajaja

Mi madre es genial.

M: Oye chicas, os dejo el día libre. He metido en vuestra bolsa 15€ para cada una. La hora máxima para volver al apartamento son las 23:00. Son las 17:00. Teneis seis horas para ir a vuestra bola. Cualquier cosa que pase llamadme.

Ok, tenemos 16 años para 17 y nos deja ir solas por ahí 6 horas por un pueblo desconocido. Adoro a mi madreee!!!!

Cuando las dos familias se habían ido (un cuarto de hora después mas o menos) salimos del agua y nos vestimos en los baños de la playa. Tomamos unos helados, el mío era de kit-kat y el de Luna de menta con chocolate. Nos los comimos sentadas en unos bancos que había en el paseo marítimo, frente el puesto de helados. Alquilamos dos bicicletas a 5€ cada una. Y dimos una vuelta por el paseo marítimo de 2 horas. Guau!
Dieron las 7:45. Nos hicimos unas rastas de hilo de colores a 5€. Nos quedaban 8€. En qué gastarlos? Devolvimos las bicicletas al hombre que las custodiaba. Era Un hombre alto y moreno, rubio y con ojos color miel. Parecía tener unos 50 años.
Andamos un rato buscando un bar barato, cómodo y bonito. Entramos en uno decorado en plan hawaiano, con la pared de madera, y en las mesas y en las sillas un dibujo de una flor de hawaii. Había varias tablas de surf por allí y por allá, guirnaldas y al entrar te daban un collar hawaiano. Hawaiano, vaya.
Entramos y... ¿Qué hacen ellos aquí?

El diario de Eloïse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora